Al salir del baño note que Melissa ya no estaba. Tomé algo de su ropa prestada, recogí mi cabello apenas pude y baje. Todos estaban sentados a la mesa, esperándome. Me disculpe por haberlos hecho esperar y me senté.
— ¡Buenos días! — observé atentamente el desayuno, estaba a la defensiva por si saltaba. Era muy extraño, normalmente mis desayunos consistían en una leche aguada, mal preparada, cereal o tostadas con huevos.
— ¡Es Muesli! — dijo Melissa como adivinando mis pensamientos.
— ¿Lo habías comido antes? — preguntó Diana —. Es solo yogur con frutas y pasas, nada fuera de lugar.
Pero seré sincera, su aspecto era desagradable. En comparación con mi hogar, prefería mis tostadas casi carbonizadas y el amargo jugo recién exprimido, (de naranja por supuesto). Me llevé a la boca la primera cucharada, había algo grumoso, eran bananos. Trate de contenerme lo más que pude, Melissa que estaba sentada a mi izquierda me miraba ocasionalmente, vigilaba cada uno de mis gestos en caso de que quisiera vomitar.
— ¿Pudiste dormir bien?
Escuche la voz de Adrián, no sabía si se dirigía a mí. Levante la cabeza y Melissa me indicaba que respondiera su pregunta, hacía ese ademán de echar los ojos a la derecha donde se encontraba su padre.
— Sí, sí.
— ¿Tu madre te ha llamado?
No quería que ésta conversación se tornara incomoda así que empecé a mentir.
— Lo hizo anoche, y ésta mañana volvió a hacerlo. Anoche llegó muy tarde a casa porque tenía mucho trabajo. Ésta mañana llamó para decirme que ya debía estar en casa, ¡me extraña!
— ¡Isa! dijiste que ibas a quedarte, anoche no nos pudimos divertir.
— ¿Hay algún problema en que te quedes? si quieres puedo intentar llamar a tu madre.
La voz del padre de mi amiga era tan seria que apenas podía pensar en decirle que no, que debía irme a casa porque si no, mi madre me mataría.
— ¡Está bien! — saque el celular de mi bolsillo y se lo entregue en las manos con el número de mi mamá ya marcado.
Llamando a Adelaida:
— Buenos días.
— Buenos días, ¿quién habla? — en la voz de mi madre se notaba la curiosidad
— El padre de Melissa.
— ¿Qué sucede, le ocurre algo a mi hija?
— No señora, tranquila. Quisiera saber si Isabel puede quedarse hasta un poco más tarde.
Hubo un corto silencio.
— Páseme a Isa por favor, si es tan amable.
Problemas.
Me levante de la mesa y desactive el altavoz.
— Tú y tu mala costumbre de pedirle a los demás que hablen por ti.
— Lo siento Adela, el papá de Melissa insistió.
— ¿Hasta qué hora vas a quedarte?
— ¡Seis!
— Ok, aquí hablamos.
Mierda... Mierda.
Regrese a la mesa y volví a sentarme, los platos ya no estaba. Diana había servido un poco de jugo y ahora solo conversaban. Todos me lanzaron la mirada en cuanto me reincorpore.
— ¿Qué dijo tu mamá? — preguntó Diana.
— Dijo que a las seis debía estar en casa.
— De acuerdo, a las seis será — Adrián se levantó de la mesa y luego su esposa.
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Tengo su número.
Romance(Terminada ) Crush es un sustantivo. La palabra crush también puede ser empleada como un sustantivo que quiere expresar flechazo, enamoramiento o arrebato hacia una persona. Incluso se puede emplear cuando existe cierta tensión sexual. Se suele deci...