Parte 30.

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Visualice el celular varias veces, no sabía qué responder, me encontraba sentada con las rodillas pegadas al pecho mientras me mecía hacia delante y hacia atrás.

[05:15 p.m.] Matías: ¿Escuchaste las canciones que te pase al IPod?

[05:18 p.m.] Isabel: Hola, Matias.

[05:18 p.m.] Isabel: Sí ya las he escuchado, todo es totalmente diferente a lo que yo escucho.

[05:19 p.m.] Matías: Lo sé, estabas contaminando tu cerebro.

Reí.

[05:19 p.m.] Isabel: No exageres, no está tan mal. Imagino que eres un sabelotodo de la música.

[05:20 p.m.] Matías: Así es.

[05:20 p.m.] Isabel: ¡Cuánta modestia en una sola persona, vale!

[05:20 p.m.] Matías: Así soy.

[05:20 p.m.] Isabel: ¡Ya veo!

[05:20 p.m.] Matías: ¿Sabes? Me pareces muy linda...

Casi me ahogo con mi propia saliva.

[05:20 p.m.] Matías: Y aunque no te conozco, me agradas.

  ✓ ✓ 

En ese momento el tono de mi rostro se tornó de otro color, pude sentirlo. Nunca imagine que pudiera hablarme y mucho menos que me dijera estas cosa, o sea, siempre armaba mis teatros cursis en mi cabeza, pero nunca llegue a creer que se materializarían mis sueños.

[05:23 p.m.] Isabel: ¿En serio?

[05:23 p.m.] Mafias: Sí, eres un poco rarita, pero igual me agradas, además lo selenator, no te quita lo linda.

Me sonroje de nuevo.

Eso me hizo levantarme de la silla y echarme en la cama, porque si volvía a decirme algo como eso de seguro caería patas para atrás. Sostuve el celular fuertemente contra mi pecho, ese chico tenía algo que me enloquecía.

Para mí era simplemente perfecto, no era el chico más popular ni nada de eso, pero tenía un carisma particular, una sonrisa que me embelesa y ni hablar de sus hipnóticos ojos verdes. Aunque había tenido una novia de los más pedante y superficial, y unos amigos de mala calidad no significaban que él fuera de ese tipo, creo que eso era lo que más me gustaba. No lo conocía bien, pero al verlo sabía lo amable y sincero que era, además a quien no le iba a gustar un chico con una sonrisa como la de él, si parecía que detrás de esa mueca picara ocultaba el secreto de la felicidad.

Me acosté de lado y puse mi celular de la misma manera.

[05:24 p.m.] Matías: Me preguntaba si te gustaría venir de nuevo a la tienda.

Por supuesto.

[05:24 p.m.] Isabel: Sí claro.

[05:24 p.m.] ¿Qué te parece mañana después de clases?

[05:25 p.m.] Isabel: fantástico...

[05:25 p.m.] Matías: Nos vemos mañana entonces. Un beso chica Bieber.

Suspire de tanto amor, fueron pocos los mensajes que intercambiamos, pero fuero suficiente. Había dado un enorme paso.

De inmediato le escribí a Melissa, mi incrédula amiga. Ella seguía dudando de mis palabras así que me vi en la obligación de tomar captures de pantalla y enviárselos. Ella por otro lado envió un emoji de sorprendida y dijo "siento que te pierdo", no pude evitar reír a carcajadas, supongo que solo lo dijo porque acepte verme con él después de clases, pero ¿Cómo no iba a hacerlo si llevaba esperándolo tanto tiempo? 

Desdé que lo vi por primera vez en cuanto fui transferida a esa secundaría.

Tengo su número.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora