37: Atrapado.

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No recibía mensajes muy seguido por parte de su hermano menor, sin embargo, esa mañana fue una ocasión excepcional y lo primero que hizo al despertar -además de apagar la alarma- fue leer ese peculiar mensaje que recibió por parte de Hideo:
-Dice que quiere que le dé su regalo de cumpleaños por adelantado.

-¿Y qué es lo que quiere?

-Quiere que lo inscriba a una academia- Arata solo observaba la pantalla de su móvil mientras el té se enfriába en sus narices -se le ha ocurrido la grandiosa idea de ahora querer prácticar para ser boxeador. Si este niño no muere por quebrárse la columna, nos matará a todos de un ataque al corazón.

Frente a él, Neji bebía tranquilamente de su café mientras sostenía un trozo de pan entre sus dedos:
-Al menos solo te pidió una inscripción, ¿o es que acaso también quiere el equipo completo para comenzar?

-Uh, bueno- Arata se acomodó un mechón de cabello tras la oreja al tanto que una extraña mueca aparecía en su rostro -no quiero sonar como un mal hijo o un completo aprovechador, pero espero que eso se lo haya pedido a alguno de mis padres.

Le fue inevitable sonreír ante la pequeña broma que acababa de escuchar:
-Si es que necesitas ayuda o algo de dinero, sabes que puedes contar conmigo.

-No te preocupes, Neji- le sonrió mientras revolvía el té que aún no bebía -yo sé como arreglármelas para conseguir ese regalo. ¿Te acuerdas de Daichi? El de cabello rosa que esa vez estaba...

-¿El que intentó robárse mis calzoncillos?

-Ese mismo- si no se río en su cara, fue porque aún era muy temprano y no quería despertar a Hajime con sus carcajadas -él tiene su propia academia. Me ha invitado allá muchas veces, pero realmente no me gusta la idea de golpear a alguien directamente con los puños. ¿Te imaginas lo horrible que debe ser manchárse con la sangre de alguien completamente desconocido?

-Creo que eso de manchárte con sangre ya lo hiciste- respondió Neji, limpiándose algunas migajas de la boca -conmigo. Cuando me rompiste la nariz, esa vez en la escuela. Tu padre estaba contigo

-No vuelvas a recordárme eso, porfavor.

-Golpeas fuerte, quien sabe y te haces un deportista de renombre.

-Ya te dije que no me gusta la idea de golpear a desconocidos. Lo... lo que ocurrió contigo fue una excepción, ¿si? No hablemos más de eso.

-Apuesto a que dices eso solo para no decirme que detestas hacer deporte.

Por unos breves segundos, Arata le miró sorprendido. Dejó la cucharita dentro de la taza y lo enfrentó con dulzura:
-Yo no detesto hacer deporte. Al contrario, estuve en el club de baloncesto hasta que entré a la universidad. No era ni bueno ni malo, pero al menos hacía mi trabajo y algunas veces hasta encestaba por mi cuenta- porfin se dignó a tomar un poco de su té ya casi frío -mi equipo tuvo algunos reconocimientos y en mi último año ganamos un segundo lugar. Tengo una medalla por eso y mi uniforme debe estar guardado por ahí, algún día lo buscaré para enseñártelo- cuando dejó otra vez su taza sobre la mesa, le sonrió -pero cambiándo de tema, creo que puedo llegar a un buen acuerdo con Daichi: él acepta a Hideo en su academia, nos hace un buen precio y seguramente me obligará a ir a beber con él uno de estos días, y bueno- se rascó una mejilla, en clara señal nerviosismo -si resulta así, ¿irías conmigo?

Neji tosió cuando se le hizo la propuesta. No creía que era un buen panorama ir a beber con un grupo de chicos que probablemente bromearían hasta el cansancio, que tal vez se pasarían de copas y acabarían bromeándo mucho más que antes:
-Si decido ir contigo, ¿con quién se quedaría Hajime?

Biológicamente imposible [NejixOc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora