28: Bienvenido, Hajime.

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-Ya le han dicho que va a ser un varón. Está emocionado, tan emocionado que ya le escogió un nombre y comenzó a decorar la habitación por su cuenta.

Hitoshi sonrió sutilmente mientras bebía un sorbo de la cerveza que su hermano le había invitado:
-¿Cómo lo va a llamar?

-Pues pregúntaselo a él. No tengo por qué hacer de intermediario entre ustedes y mucho menos en asuntos como ese.

Estaba junto a Satoshi en la cocina. Se suponía que iban a preparar el almuerzo juntos, pero la conversación entre los dos se hizo tan amena que terminaron bebiéndo un poco y pidiéndo comida a domicilio para ahorrárse trabajo:
-Creo que ha mejorado mucho como persona en solo cuatro meses: no ha utilizado su teléfono móvil desde que llegó aquí y se prometió dejar de fumar definitivamente cuando el niño nazca.

-Debo hacer hincapié en que el tuyo fue quien le enseñó esa mala costumbre.

-Oye oye, fue elección suya seguirle el juego- bromeó el mayor de los hermanos, bebiénose de un solo sorbo lo que restaba de su cerveza después de dichas sus palabras -pero fuera de eso, creo que ha mejorado mucho con el paso del tiempo. Será un excelente padre. Hitoshi, tienes que sentirte orgulloso de él.

El recién mencionado sonrió dolido, recordándo de forma fugaz y dolorosa todas las veces en las que trató a su segundo hijo con la punta de su zapato tal y como si se tratara de cualquier cosa, o tal y como lo llamó en cierto momento, como un pedazo de escoria:
-Si no me equivoco está en el jardín.

-Si, allá mismo está- Satoshi tiró su lata de cerveza vacía al basurero de la cocina -vamos y así aprovechas de ver que ha hecho con las flores. Le tiene un pavor hórrido a los insectos, pero aún así se las ha arreglado para mantener todo vivo y en excelentes condiciones.

Los dos hermanos dejaron sus "labores" en la cocina y avanzaron pacíficamente a través de los pasillos de la casa hasta que llegaron al jardín frontal de esta. Cerca de una pequeña pajarera de madera, Narumi observaba encantada a un pajarillo color carmesí que picaba algunas semillas mientras que a varios metros suyos sus dos hijos menores hablaban animosamente sentádos frente a un rosal:
-¿No se suponía que ustedes dos harían el almuerzo?- preguntó la mujer, dejándo unas cuantas semillas nuevas ante la pequeña ave para que continuara comiéndo y no se echara a volar -¿o es que acaso no pudieron ingeniárselas y terminaron pidiéndo algo a domicilio?

Los dos hermanos compartieron una mirada cómplice, resistiéndo las ganas de echárse a reír frente a ella:
-Si te digo que al menos intentamos...

-¡Padre padre, Arata me dijo que por aquí hay un lago y que puedo nadar ahí si quiero!- sus intenciones de responder se vieron interrumpidas por los gritos eufóricos de su hijo menor -¡vamos, vamos porfavor!

-Iremos siempre y cuando hayas traído tu traje de baño y prometas no salpicar cerca de la gente ni tirarte al agua con la ropa puest...

-¡Prometo no salpicar a la gente ni tirarme al agua con la  ropa puesta!- exclamó el muchachito mientras se ponía en pie y de paso ayudaba a su hermano a levantárse -¡vamos vamos, Arata nos puede guíar ahí!

Hitoshi se llevó las manos a los bolsillos, siguiéndo con la vista a su hijo menor quien corrió dentro de la casa, de seguro buscándo el enorme bolso deportivo que había llevado consigo:
-¿No hay problema si es que nos retiramos por un momento?

-Por supuesto que no- Satoshi permaneció de pie junto a su hermano mientras encendía un cigarrillo que había preparado con antelación, cubriéndo la pequeña llama del encendedor para que no se apagara -los esperaré para que almorcemos juntos, así que aprovechen lo que más puedan por ahí. Apuesto que a Hideo le encantará este lugar tanto como a su hermano.

Biológicamente imposible [NejixOc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora