11: Vernos años después.

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-Y bien, ¿pasamos o no por ustedes?

-Hoy no Kana, te lo agradezco pero no quiero hacerlas perder tiempo. Acabo de salir de la ducha y Hajime debe estar recién despertándo. Solo vamos a retrasárlas.

Desde la otra línea se escuchó un bufido por parte de su hermana mayor en clara señal de molestia:
-Como quieras. De todas maneras aún tienes un par de minutos para arrepentirte.

-No me arrepentiré- aseguró mientras se vestía como podía al tiempo que sujetaba su teléfono con su hombro para no dejarlo caer -siempre pasa un autobús por aquí, así que llegaremos a tiempo y si alcanzamos podré verte al...- dejó de hablar cuando escuchó que la única persona que vivía junto con él tosía terriblemente desde la habitación contigua -te llamaré después, ¿si? Tal vez no pueda ir por Nana a la tarde y te avisaré si voy con ustedes a casa de mamá el sábado, creo que alguien debe guardar reposo.

Sin más cortó la llamada y lanzó el teléfono sobre su cama sin cuidado alguno. Tomó su ropa y se fue vistiéndo a medida que se acercaba al cuarto de su hijo:
-Hajime, ¿me escuchas?- llamó a la puerta al mismo tiempo que se abotonaba los pantalones -por lo que escucho parece que no te sientes bien, ¿me dejas pasar?

En respuesta solo consiguió más y más tos por parte del pequeño, por ello decidió no forzárlo a hablar y entrar él mismo en la habitación:
-Papi- el niño ya estaba sentádo a la orilla de su cama con el uniforme impecablemente puesto -me duele mucho la garganta y parece que se me está derritiéndo la nariz. No es de perezoso, pero creo que no podré ir a la escuela hoy.

-Claro que no irás, sería un desgraciado si te dejo ir en ese estado- rápidamente le ayudó a quitárse la ropa y a ponerse la pijama otra vez -si esto pasó por el helado que comimos ayer Nanami también acabará agripada y tu tía intentará asesinarme.

-No sé si fue por el helado o no, pero solo sé que estar enfermo es muy molesto.

Arata sonrió para si al momento en que tapaba al niño y le ordenaba el cabello, dejándo al descubierto sus ojos llorosos y su nariz irritada:
-Te prepararé el desayuno y te lo traeré a la cama, también le pediré a Temari que se quede contigo mientras voy al hospital a pedir una cita.

-¿Y si Temari no está?

-Verás que estará, y si no está- se acercó misteriosamente a su pequeño, como si fuese a contarle algún secreto -tú te quedas muy calladito aquí y no le abres a ningún desconocido, pero no perdemos nada con llamarla. A mi me conviene que a veces sea tu niñera y a ella le conviene porque recibe algo de dinero extra por cuidarte, además tú me has dicho que los dos se divierten mucho por las tardes.

-Si, es como...es como si tuviera una mamá- el pequeño se escondió entre las mantas, seguro para ocultar la sonrisa que tenía en el rostro -podrías pensarlo y casárte con ella, así yo tengo mamá y más adelante puedo tener un hermanito...

-Si empiezas a pedir hermanos otra vez voy a arrepentirme y si te enviaré a la escuela- advirtió sereno como solía hacer para no dejárse llevar por la ira y acabar gritándo a Hajime -ahora espérame aquí, te traigo el desayuno de inmediato- besó la frente del niño y le limpió la nariz con su camisa. Hace años eso le habría parecido asqueroso, pero tratándose de su hijo no era nada más que algo absolutamente necesario. Desde que Hajime llegó a su vida muchas cosas cambiaron en él, entre ellas tomar la descisión de dejar sus sueños a un lado para que su pequeña y preciada creación alcanzara los suyos.

Antes de marchárse encendió la televisión y sintonizó el canal favorito del pequeño, quien seguía tapado hasta la nariz con todas sus mantas.

~~~

-De verdad te lo agradezco mucho Temari. ¿Todo bien por allá?

-Todo está en orden. Hajime se durmió por lo que sigue en su cuarto, así que vine a la sala de estar a ver algo de televisión. No hay problema con eso, ¿cierto?

Biológicamente imposible [NejixOc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora