Terminó de lavar los pocos platos que quedaban en el fregadero para no tener quehaceres molestos al momento de regresar a casa:
-¿Ya termináste?-Si papi- Hajime llegó desde su habitación vestido relucientemente para ir a la consulta -¿me ayudas con el cabello por favor?
-Claro que te ayudo pequeño- se secó las manos y abandonó la cocina para poder terminar de arreglar a su hijo. Con todas sus fuerzas lo tomó en brazos y lo sentó sobre la mesa para así poder alcanzar su altura -¿cepillo?
-Aquí está.
-Muchas gracias- Arata pasó primero sus dedos sobre el cabello de su hijo para desenredarlo un poco y así ahorrárle un poco de dolor -¿te sentiste mejor con el jarabe que tomáste?
Hajime asintió al tanto que se cubría la boca para toser:
-La garganta ya no me duele tanto como en la mañana, pero aún se me sigue derritiéndo la nariz- de su boquita se escapó un quejido de dolor al sentir los dientes del cepillo desenredar su cabello -papi, ¿por qué hay que arreglárse tanto para ir a ver a un médico?Arata guardó silencio mientras acomodaba algunos mechones de su hijo. Tenía muchos argumentos para explicárle por qué era importante ir presentable con un médico, pero temía que fueran una respuesta incorrecta:
-Es por simple educación- explicó -los médicos son desconocidos, así que no podemos ir a visitárlos en pijama o con ropa sucia.-¿Y por qué es malo hablar con desconocidos?
-Porque no sabemos en realidad lo que ese desconocido quiere de nosotros- dejó el cepillo sobre la mesa y otra vez lo tomó entre sus brazos, esta vez para dejárlo otra vez sobre el suelo -un desconocido nada más puede buscar una dirección como también podría ser un degenerado que solo quiere hacernos daño- se arrodilló frente a Hajime para poder hablárle de frente -pero papi está aquí para protegerte, ¿entendido? No tienes que tener miedo.
Hajime solo asintió con la cabeza, ya que la tos persistía y persistía, impidiéndole hablar bien:
-Entendido papi.Arata le sonrió cariñosamente a medida que le cubría la boca con el cuello de su propio chaleco:
-¿Dónde tienes tu mochila? Seguro tendremos que comprar medicinas y mi bolso solo nos estorbará.-La deje sobre mi cama junto a...uh, ¿tu caja?
-¿Caja? ¿De qué caja me hablas?
El pequeño bajó la vista. Arata no podía deducir si estaba asustádo o apenado:
-Temari necesitaba alfileres y yo recordaba que teníamos alfileres en alguna parte de la cocina. Se lo dije y por error ella tomó la otra caja que estaba llena de papeles y libretas y otras cajitas más pequeñas. Supe que era tuya porque afuera estaba escrito tu nombre, pero estaba tan pesada que preferimos dejarla en mi cuarto en lugar de llevárla al tuyo. ¿No estás molesto ni nada?-No, claro que no- Arata no sabía como reaccionar debido a lo impresionado que había quedado. Despacio puso su mano sobre el hombro del muchachito antes de preguntar -Hajime, ¿sabes leer mi nombre?
-Si, y el mío también. Y el de Nana y mientras Temari estuvo aquí también me enseñó a leer el suyo. Cuando supo que podía leer quedó impactada, así como tú ahora. ¿Estás impactado papi?
-Claro...claro que lo estoy- recordó rápidamente que a sus cinco años apenas lograba recitar secuencias simples o memorizar tarjetas para después buscar los pares cuando las voltearan. Seguramente Hajime tampoco era un experto leyéndo, pero que pudiese ya leer al menos su nombre en preescolar era un gran avance -¡puedes leer! ¡Eso es fantástico! Eres un genio, no un cabeza hueca como yo.
-Tú no eres un cabeza hueca papi, quizás no eres bueno en algunas cosas pero si eres bueno en otras- el niño lo abrazó cariñosamente aprovechándo que estaba frente a él -en tu caja habían unos dibujos muy lindos. Yo no sabía que dibujabas, pero en realidad dibujas muy muy pero muy bien. Pudiste haber sido un gran pintor.
ESTÁS LEYENDO
Biológicamente imposible [NejixOc]
Fiksi PenggemarY va de lo mejor a cumplir con sus labores cuando encuentra algo que pertenecía a un niño. A un niño idéntico a él. Y ahí fue donde recordó aquel desliz del pasado que de seguro sacudiría sin piedad el tranquilo presente en el que vivía. ¿Qué iba a...