Biológicamente imposible [NejixOc]

47: Regresos.

Hajime estuvo pensándo, y mucho en lo que había visto esa mañana. Había considerado preguntárle a su prima, pero Nanami estuvo muy callada esa semana -más de lo que ya era- y los últimos tres días no asistió a clases. No le quedó otra opción que preguntárselo a Temari cuando cuidó de él durante la mañana del sábado y cuando lo hizo, el rostro de su niñera se tornó rojo como una cereza antes de decirle que eso no debía consultárlo con ella. Así que después del almuerzo, aprovechándo que papi y papá se quedarían toda la tarde con él, puso sus muchas dudas sobre la mesa con la esperanza de que todas fueran respondidas:
-Papi.

-¿Si?

-¿Por qué duermes desnudo con papá?

Papi se quedó petrificado ante la interrogante mientras que la pluma que papá sostenía entre sus dedos amenazaba con caer sobre la mesa:
-Hajime- papi cerró los ojos, notablemente nervioso -¿de dónde sacáste eso?

-Después del cumpleaños del tío fideo entré a tu habitación y los vi. Estaban desnudos y abrazados.

-¿Cuándo fue que entráste?- la pluma de papá acabó por deslizárse entre sus dedos sin rumbo sobre la hoja de papel en la que pretendía escribir -¿entráste en la madrugada?

-No sé que es eso, pero era muy temprano- respondió -ustedes estaban dormidos y en la mesita habían ...

-Hajime, hijito- papi puso una mano sobre su mejilla -no debes entrar a la habitación de alguien sin golpear antes. A veces se hacen otras cosas además de dormir.

-¿Como qué?- insistió la criatura -y aún no me responden por qué estaban durmiéndo desnudos.

Con las manos empuñadas sobre la mesa, Hajime los vio observárse fijo, como si con el solo contácto visual sus padres pudiesen comunicárse entre ellos. Finalmente, fue su papá quien se dignó a dirigirle la palabra de forma más concreta:
-Hijo, escúchame bien- puso una mano sobre su pequeño puño -a veces, cuando las parejas se quieren mucho, los besos y abrazos no son suficiente muestra de cariño. Por ende, entre ellos empieza a existir otro tipo de... acercamiento.

-¿Acercamiento?

-Cuando vayas creciéndo, tu cuerpo empezará a cambiar y a sentir cosas distintas de las que sientes ahora. Tal vez algo que no te agrada ahora mismo, sea lo más deseado por ti cuando tengas quince años.

El niño ladeó su cabeza ante tan compleja explicación:
-¿Y eso qué tiene que ver?

-A que lo entenderás cuando seas más grande- respondió ahora su papi, mientras le acariciaba el cabello -que cuando estés más crecido, entenderás mejor lo que papá te explicará ahora.

-Hajime- volvió a mirar a papá, a quien las mejillas se le pusieron rojas antes de empezar a hablar -yo y tu papi estábamos durmiéndo desnudos porque...

Y sonó el timbre, interrumpiéndo la importantísima conversación que mantenían entre los tres. Y aunque Neji se esforzó por continuar explicándole la verdad a su pequeño, los gritos de la persona al otro lado de la puerta se lo impedía a toda costa:
-¡Primo! ¡Primito querido, abre y déjame pasar a tu lindo departamento suburbano!

-Es... es Akira. Lo olvidé por completo- Arata casi arrastró los pies para ir a recibir a su sorpresiva visita, quien entró mirándo maravillado a todas partes -ho... hola, ¿qué te trae por acá?

Indignado, el recién llegado dejó a un lado la maleta a ruedas que llevaba consigo:
-¿Cómo que me trae por aquí? Acordamos que vendría a visitárte, primito mío, ¿o es que acaso ya se te olvidó?

Si, definitivamente lo había olvidado:
-¡Lo siento, lo siento mucho! Es que con el trabajo y todas esas cosas encima...

-Si claro, el trabajo- Akira le guiñó un ojo antes de saludar a los otros dos presentes -¿cómo está el niño más lindo de este mundo?