08: Fuego.

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-¡Vamos Arata, muévete! ¡Ya llevas casi una hora ahí dentro!

-¡Ya voy, ya voy!- exclamó el recién mencionado -¡estoy vistiéndome! ¡¿Qué crees que estaba haciéndo?!

-¡Pues por la cara que traías durante el camino hasta creí que te estabas suicidándo!- Chikara tomó el picaporte y comenzó a sacudir con fuerza la puerta -¡¿piensas ahorcárte con la ducha o qué?!

Muy irritado Arata avanzó hasta la puerta para quitar el seguro y abrir con todas sus fuerzas, casi lanzándo a la chica de bruces contra el piso de cerámicos:
-¡¿Ves que me estoy vistiéndo?!- exclamó mientras terminaba de abotonarse los pantalones -y ni creas que voy a suicidarme, aún me queda mucho que hacer con mi vida.

Tomó la polera que había dejado tirada en alguna parte del baño y se la puso rápidamente ante la atenta mirada de su amiga:
-¿Cómo qué?

-¿Cómo que qué?

-¿Qué es lo que te queda por hacer con tu vida?- explicó la muchacha llevándose las manos a los bolsillos de sus pantalones cortos -ya sé que tienes ese grandísimo sueño de ser un pintor reconocido y todas esas cosas grandiosas de las que siempre me has hablado, pero supongo que algo más quieres hacer con tu vida.

-Oh no, ya empezáste con tus sentimentalismos- dijo Arata mientras tomaba sus zapatillas e intentaba descifrar el mensaje oculto en las palabras de su amiga -¿Te estás refiriéndo a que si pienso formar una familia o me equivoco?

Apoyada en el umbral de la puerta Chikara asintió, entrelazándo sus dedos nerviosamente:
-Sabes que me pongo muy sensible en estas fechas- sonrió un poco avergonzada al reconocer su lado más cursi -pero imagina esto: en diez años más vuelvo a dar una fiesta por mi cumpleaños y tú estás invitado, pero esta vez no vienes solo, no, ahora vienes con tu esposa y tus dos o tres hijos, ¡y Daichi también! Él también traería a su familia y sus hijos conocerían a los tuyos, ¡y sus hijos conocerían a los míos y serían tan buenos amigos tal cual lo somos nosotros!- hizo una breve pausa para poder recuperar el habla -a veces...a veces pienso mucho en el futuro y de verdad me gustaría formar una familia. Una familia con un hijo, una madre, un padre y un perrito, cosa que yo no tuve. ¿Tú no quieres lo mismo?- le preguntó, mirándolo fijamente con sus ojos oscuros, ahora brillándo como un par de estrellas -¿tener lo que no tienes ahora?

Desde el primer piso se escuchó el sonido de una guitarra eléctrica, de seguro la banda invitada ya estaba preparándose para el momento en que deberían presentarse. Admitía -para él mismo y solo para él- que las palabras de Chikara habían tocado una fibra sensible: también pensaba en el futuro, pero nunca vio a una esposa o hijos en este. Tal vez un amante o musa inspiradora que le hiciera compañía no le vendría mal, pero no era capaz de visualizarse en un compromiso eterno como el que tenían sus padres:
-¿No crees que ya deberíamos bajar?- cambió el tema repentinamente -si comienzan a llegar tus invitados y tú no estás allá pueden aprovechárse y llevárse tus cosas. A tu madre no le gustaría eso.

Decepcionada, Chikara alzó la vista para sonreírle de la manera más forzada que pudo:
-Tienes razón. Bajemos de inmediato, ¡y en serio date prisa, ya tardáste mucho! ¡Empiezo a pensar que no solo viniste a darte una ducha!

-Ya estoy listo, no te pongas así- Arata le desordenó el cabello mientras la seguía a través del pasillo. Al llegar a la escalera se sentó en el último peldaño para poder atárse los cordones al mismo tiempo que su amiga se deslizaba por el pasamanos para reunirse con los miembros de la banda en la planta baja:
-Ya deben estar por llegar- le escuchó decir -si quieren pueden ir a beber algo por mientras, pero lo suficiente como para que puedan seguir tocándo después.

Los cuatro muchachos asintieron, le agradecieron a la jovencita por su hospitalidad y empezaron a moverse libremente por el lugar. Uno de ellos hasta se puso de amigo con Daichi a hablar de la vida como si nada mientras compartían unas cervezas:
-¿Y tú que siempre parloteas contra el alcohol ahora te haces el rudo bebiendo?

Biológicamente imposible [NejixOc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora