59: Resignación.

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-¡Oye Arata, ya llegamos!- exclamó Hideo, arrastrándo bulliciosamente una maleta y cargándo bajo el brazo una caja de cartón -¡dejaré las cosas en tu cuarto!

-¡Te lo agradezco!- el recién mencionado salió de la cocina con rumbo a la entrada de la casa. A las afueras de esta, su hermana continuaba sacándo cosas del maletero de su auto -si Hajime ya está despierto, porfavor, dile que ya le preparé su desayuno.

-¡A la orden, hermanito!- el muchacho no se esforzó en levantar la maleta del piso para no hacer ruidos, nada más la arrastró por los escalones, provocándo un molesto eco dentro de toda la casa que por suerte a esas horas, estaba vacía.

Afuera y junto a su pequeña hija, Kana sacaba de su vehículo otra maleta y varios de los animales de felpa que pertenecían a su sobrino. Cuando la mujer lo vio caminar hacía ella, susurró algo al oído de su hija, quien rápidamente corrió hasta él para abrazárlo. Vio como la cargaba entre sus brazos y ahora, se dirigía acompañado hasta ella:
-Tu vecina es una mujer realmente maravillosa. Me ayudó a ordenar todo, a cargar las cosas aquí en el maletero y sus hermanos cumplieron la noble labor de soportar a Hideo toda la mañana. No deja de fanfarronear sobre lo bien que ahora lucen sus músculos- tomó unos cuantos animalitos de felpa y se los ofreció a su hermano -traigo a la tortuga de copiloto. Dime porfavor que no la traje por error.

Arata bajó a Nanami al césped, con tal de poder recibir los juguetes de su pequeño:
-Claro que no es un error. Hajime no ha dejado de preguntar por ella.

-Oh, es un enorme alivio. En un principio creí que... - guardó silencio al notar que su hermano se mostraba un poco molesto -Nana, ¿puedes llevar los peluches de tu primito hasta la sala de estar?

-Claro que puedo, mamá.

La niña recibió los animalitos felpudos y con pasitos lentos, se encaminó al interior de la casa. Cuando su madre la perdió de vista, supo que era el momento indicado para expresárle sus inquietudes a su hermano:
-Creí que le pertenecía a aquel hombre, debes saber a quien me estoy refiriéndo. No tenía ni la más mínima idea de que Hajime tenía una mascota.

Vio como el varón frente a ella bajaba la vista, de seguro apenado ante aquella mención:
-Entre los dos llegamos al acuerdo de que criar una mascota sería bueno para Hajime. Yo pagué todo, y después él me regresó la mitad de... - hizo una pausa, una extensa pausa que pareció desgarrárle el alma a los dos -lo siento, no tengo por qué estar contándote estas cosas. ¿Me puedes pasar a Nakamura? Hajime se pondrá feliz de tener a su mascota nuevamente con él.

-Arata- Kana lo tomó por el mentón y lo obligó a alzar la vista -no tienes que hacer esto. No tienes que hacérte este daño innecesariamente.

-¿De qué hablas?

-No lo dejes. Lo quieres, se nota desde el espacio que lo quieres. Solo vas a torturárte alejándote de él, torturarás a Hajime y a todos a tu alrededor. Nuestros padres y yo ya estamos sintiéndo tu dolor, y aunque lo oculte, Hideo también está siéndo afectado. Porfavor hermano, no dejes que un factor externo arruine tu felicidad. Ese maldito ya pagará por lo que te hizo a ti y a Hajime, nuestro padre ya puso constancia con la policía...

-Kana, tú no eres quien para decirme eso- con lentitud, se sujetó el cabello en una coleta -termináste tu relación con Kakashi gracias a algo externo que si mal no recuerdo, fui yo.

-Yo no terminé nada, él fue quien me abandonó a mi, a Nana y a toda su ropa sucia.

-Aún así dejaste que yo influyera en tus asuntos- respiró profundo, observándo fijamente a su hermana -esto es distinto, esto ha llegado a injurias físicas. No puedo arriesgar más a Hajime, y tampoco puedo arriesgárme yo. Aún me duele ese golpe en las costillas, apenas conseguí cita con un médico y tendré que soportar el dolor hasta que me recete algo para aliviárlo. Este es el límite, no puedo doblegárme a más: o continúo con él y pongo en riesgo a mi hijo, o doy un paso al lado y me aseguro de que Hajime estará a salvo a mi lado.

Biológicamente imposible [NejixOc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora