42: Quiebres: parte 2.

29 5 8
                                    

-Oye no... ¡tú no te vas a ir a ninguna parte!- le gritó Daichi, aún tambaleándose -hablé con... ¡hablé con Sakura y llegamos a un acuerdo!

Ante él, vio como su amigo acomodaba su chaqueta sobre sus hombros y le daba la espalda sin intenciones de escuchar sus disculpas:
-Dai- la voz de su hermana pareció mantenérlo en sus cabales tan solo por un par de segundos -tal vez deban hablárlo cuando estés...

-Trae de vuelta... ¡trae de vuelta aquí tu trasero talla extra grande que esto no se queda así!- balbuceó mientras rodeaba la mesa con pasos torpes con tal de alcanzárlo. Podía estar muy borracho, pero nadie lo dejaría hablándo solo, aún en ese estado -¡que no me vas a ignorar, te estoy diciéndo!

-Basta, Daichi- Arata se dio la vuelta con tal de enfrentárlo -lo arruináste todo. Yo vine con la mejor de las disposiciones y tú...

-¡¿Tan molesto te es compartir conmigo, eh?!- puso sus manos sobre su pecho y le dio un fuerte empujón, con el cual casi lo lanza sobre una mesa ocupada por una pareja que intentaba mantenérse lo más ajena posible a la discusión -acaso... ¿acaso te vas porque a tu novio aristócrata no le hemos caído bien?

-Disculpa, pero esto no tiene nada que ver conmigo- Neji fue quien se interpuso y le regresó el empujón con tal de alejárlo -Arata no se siente cómodo aquí, eso es todo. No creo que él tenga que darte más explicaciones.

Por un breve instante ambos se miraron fijo, como si se prepararan para abalanzárse y así atacárse el uno al otro:
-Y yo no creo que tú... tú tengas que hablar por él- el pelirrosa intentó hacérlo a un lado, pero solo le dio un manotazo al aire. Sus sentidos ya no le acompañaban y a primera vista ya se notaba -así que a... ¿a su alteza ahora le molesta que el resto beba sin él?

-Daichi, creo que no me has dejado explicárte...

-¡Que no me expliques nada de nada! Te molestó que me pasara de copas mientras no estabas aquí, pero yo no puedo decir nada de... de esa borrachera tuya donde te encamáste con este malnacido cuando apenas lo conocías y resultó en... lo, lo siento- Haruno alzó sus manos, tal y como si lo estuvieran amenazándo mientras sonreía con malicia -siempre tuve que...

-¡¿Al menos podrían salir de aquí?!- exclamó el hombre de la mesa que estuvieron a punto de derribar -¡es muy molesto que estén tan cerca!

-¡Como digas, como digas!- Daichi jaló a su amigo de la manga de su camisa hasta alejárlo de aquellos molestos comensales -como te iba... te iba diciéndo siempre tuve que seguirle la corriente a todos nuestros amigos, dicién... diciéndo oh pobrecito Arata, no merecía esto, no merecía esto otro, ahora... ahora se esfuerza tanto por su pequeño hijito...

-¡Daichi, detente!- exclamó Sakura, muy cerca de su oído mientras clavaba sus uñas en sus hombros, con tal de inflingirle dolor y hacérlo callar -¡no digas algo de lo que te arrepentirás después!

-Pese a que casi matamos a palos a tu papito, yo... yo estuve de... coincido con lo que te dijo esa vez después de que casi te rompe la boca- otra sonrisa siniestra apareció en su rostro. Una sonrisa nunca antes vista en alguien como Daichi -ya lo recuerdo, que... que no eras ni más ni menos que un golfo. Tú... ¿tú sabes lo qué es un golfo?

-Daichi, detén este escándalo- pidió serenamente el propio Arata -puedes escupirme todo lo que quieras, pero aquí no por...

-¡Tú eres eso! ¡Eres un golfo, un golfo cochino, Arata! ¡Te folláste y te dejáste follar por todo lo que se te cruzó por delante!

Colérico, Neji intentó abalanzárse sobre él pero para su desgracia, Sakura se interpuso ante su hermano mientras Shikamaru le retenía como podía:
-¡Amigo, te estás pasándo!- advirtió este último a Daichi -¡hay límites hombre, hay límites!

Biológicamente imposible [NejixOc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora