Biológicamente imposible [NejixOc]

17: Shino debió quedárse en casa con sus bichitos.

Nanami Hatake estaba muy feliz al saber que su primo estaría de regreso en la escuela. Cuando lo vio llegar junto a su tío esa mañana corrió hasta él y lo abrazó tanto como se lo permitía el enorme abrigo que el niño traía puesto. Sin embargo, cuando ambos llegaron a su sala de clases la pequeña sintió una leve molestia cerca del pecho -como si se le saliera un hueso, habría dicho en comparación- al ver una enorme caja envuelta en un lindo papel azul sobre el pupitre de Hajime:
-¿Y esto qué es?- este último picó la caja con uno de sus dedos, empujándola un poquito -¿podrá ser una bomba o una de esas cosas que dicen en la televisión?

-No, no es una bomba- sin persmiso alguno Nanami pasó por su lado y rasgó con fiereza el papel para después abrir la caja sin ni una pizca de delicadeza -es un regalo para ti.

-¿Un regalo para mi?- Hajime empezó a juguetear con sus dedos, notoriamente consternado -pero si aún no es mi cumpleaños.

Para su suerte continuaba dándole la espalda a su primo, ya que su rostro reflejaba exactamente lo que podría definirse como envidia al ver todas esas cosas lindas que eran para él y no para ella:
-Pues es un regalo y es para ti porque está en tu pupitre- Nanami rodeó su mesa en silencio para poder colgar su mochila tras su silla -quédate con esos juguetes. De seguro fue ese señ...- y justo al momento en que Nanami movió el asiento encontró una pequeña bolsa de papel brillante sobre la silla. El dolor en su pecho disminuyó porque también había un regalo para ella, pero no negaba que ahora sentía un poco de miedo: ¿de dónde estaban saliéndo esos regalos?

Con las manos temblorosas tomó la bolsita y la sacudió: lo que había dentro no pesaba mucho, incluso llegó a creer que no había nada y que solo esa bolsa llegó hasta su silla como parte de una broma pesada. Alzó la vista y se encontró mirándo a su primo, quien sostenía entre sus manos algo que parecía ser un avioncito de colores:
-Sus regalos son muy bonitos- susurró de forma casi imperceptible. Nana bajó la vista y abrió la bolsa brillante, encontrándo dentro varios vestidos muy bonitos para muñecas.
Para sus muñecas específicamente.

En un principio le costó mucho comprender todo eso de los regalos repentinos y como habían llegado hasta ahí. Por alguna razón la imagen mental de su padre advirtiéndole sobre los posibles peligros que corría se hizo presente, pero en ese preciso instante su padre desapareció y dio lugar a aquel misterioso señor que le había hablado la semana anterior y que según él, tenía algo que Hajime había perdido. ¿En serio él había perdido todos esos juguetes?:
-Nana, ¿tú crees que mi papi se enoje si me ve llegar con todos estos juguetes a casa?- a su lado su primo guardaba como podía sus nuevas adquisiciones en su mochila, situación que en parte le parecía lamentable -él siempre me ha dicho que no debo aceptar cosas de desconoci...

-Escóndelos- lo interrumpió al tiempo que arreglaba su bufanda azul y se cubría la boca con ella -solo escóndelos bajo tu cama y así él no los podrá encontrar- Nanami guardó su bolsa de papel completamente doblada en el fondo de su mochila, como si alguien fuese a quitárselo -yo también voy a esconder esto muy bien cuando regrese a casa. Ni mis padres ni tu padre deben saber que tenemos estas cosas.

Notó lo intimidado que lucía Hajime ante sus repentinas palabras que más que consejo sonaban a una orden. El muchacho bajó la vista y sin más caminos para poder escoger asintió y aceptó aquel que le ofrecía su prima.
Aunque antes de que ella lo propusiera, él ya lo había pensado en el preciso instante en que le puso la mano encima a aquellos juguetes.

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El día viernes Neji había logrado tomar el libro de Kurenai otra vez para poder mostrárle la fotografía de su supuesto hijo, el día sábado conoció a al niño quien guardaba un increíble parecido con Neji y durante la mañana del domingo su querida esposa le comentó sobre la aventura que Neji y el padre de ese niño tuvieron durante una de sus fiestas de cumpleaños cuando aún asistía a la universidad. Shino acabó muy perturbado después de todos esos relatos extraños, de manera que hasta hizo un esquema para poder enlazar toda la información que había recibido.