Se escuchaba algo de movimiento al otro lado de la puerta, pero sabía que no se trataba de ninguno de ellos. Ahí no había nadie haciéndo deberes o preparándo el almuerzo, dentro de ese lugar solo estaba Temari, tal vez cambiándo el agua de la mascota de su hijo. Hajime no estaba ahí, él estaba lejos, fuera de su alcance y sabía que cuando esa puerta se abriera, él no saldría a darle la bienvenida.
Neji golpeó y tal como supuso, Temari fue quien le recibió. Lo saludó notoriamente decaída y le permitió pasar:
-Antes de darte el recado que Arata dejó para ti, quiero que sepas que puedo echárte una mano en toda esta confusión. Lo que voy a decirte ahora puede ser un golpe duro para ti, pero tienes que confiar en que puedo ayudárte- la mujer tomó una lata de gaseosa de la mesa y se la ofreció para que bebiera un poco -¿refresco?-No, gracias- observó a sus alrededores, un tanto desesperado. Tenía la leve impresión de que faltaban muchas, muchas cosas en aquel lugar -¿qué ha ocurrido aquí? ¿Acaso han entrado a robar?
-Nada de eso, nada de eso. Es mejor que te sientes- le ofreció una silla mientras, ella bebía de la lata de gaseosa. En silencio, Hyūga tomó asiento, intentándo descubrir que era lo que le causaba tanta incomodidad -hoy durante la mañana, los hermanos de Arata vinieron por algunas de sus cosas. Les ayudé, e incluso mis propios hermanos estuvieron aquí echándo una mano, pero en realidad no te hice venir aquí para hablárte de esto.
-Es para que me lleve mis pertenencias, ¿no es así?- puso sus ojos sobre aquella mujer, reflejándo en estos el dolor que poco a poco comenzaba a sentir -¿por qué me está dejándo recados con todos sus conocidos? ¿Acaso él no es capaz de decirme las cosas a la cara, aunque sea una última vez?
Temari bajó la vista, repentinamente conmocionada ante aquellas palabras:
-Es por eso que creo que hay algo raro aquí. Su hermana me explicó que está muy afectado por algo que ocurrió en su trabajo, y también por otro asunto relacionado con el niño. En realidad no le entendí del todo bien porque parecía muy choqueada, pero en resumidas cuentas, Arata no quiere volver aquí... y pareciese que tampoco quiere volver contigo.-No puedes decirme eso. Ni siquiera ha venido él mismo a darme una explicación concreta.
-Por eso te estoy comentándo que me parece extraño- interrumpió ella -haya pasado lo que haya pasado, no existe razón para abandonárte tan repentinamente. Como conclusión personal, creo que Arata solo está confundido y que ha decidido separárse de ti como parte de una solución rápida- Temari insistió en ofrecérle una lata de gaseosa, pero como era de esperárse, él se negó -no abandonará este edificio: no se ha comunicado con el casero y tampoco se ha llevado los muebles. De seguro piensa en volver cuando tú ya no estés, pero si las cosas son tal y como lo pienso, ustedes pueden seguir con su vida normal.
No entendía en absoluto a lo que quería llegar con aquella extraña conversación:
-¿Podrías ser más clara?-Intentaré convencérle para que regrese contigo. Sus hermanos me pidieron que te dijera que tenías que sacar tus cosas y tenerlas fuera del apartamento antes del domingo, pero si gustas puedes dejárlas en mi piso. Mis hermanos estarán un buen tiempo conmigo, así que si tienes mucho que arreglar...
-No le veo el sentido a esto- Neji se encogió de hombros, abatido -¿de verdad quiere que salga de aquí? ¿De qué servirá que tú y tus hermanos mantengan mis cosas con ustedes?
-Si Arata viene y tu ropa sigue aquí, es capaz de ir y entregárla a la caridad. Créeme que es capaz de muchas cosas.
Se sentía perdido, como si intentara mantenérse en pie en medio de un ventarrón. Si tan solo pudiese recordar la dirección donde se llevó a cabo esa desastroza fiesta de cumpleaños, era capaz de ir él mismo a buscar una explicación:
-Me llevaré algo de ropa e intentaré dejar mis maletas listas para venir por ellas durante la tarde. Ustedes solo tendrían que conservar mis libros y algunas cosas similares.
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Biológicamente imposible [NejixOc]
FanfikceY va de lo mejor a cumplir con sus labores cuando encuentra algo que pertenecía a un niño. A un niño idéntico a él. Y ahí fue donde recordó aquel desliz del pasado que de seguro sacudiría sin piedad el tranquilo presente en el que vivía. ¿Qué iba a...