Capitulo 8

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Cuando estoy dispuesta a salir de la oficina miro un segundo a Aaron no lo quería verlo, nunca creí que el tuviera este tipo de problemas si es un hijo que a puesto en nombre la empresa.

¡Mierda!, Está tomando, carajo, okey Kathi no es asunto tuyo solo hay que irnos y listo no es nada fácil -digo dificil-  tomo mis cosas lo más rápido que puedo pero mi rostro voltea, Aaron parece que se  desmayara, tiró las cosas sin ver dónde caen y cuando abro la puerta al fin, ya estaba tumbado en el suelo.

-Aaron, ¡Hey!- lo reanimó pero es imposible.

-Katherine- dice mi nombre y cierra por completo los ojos.

-¡¿Ahora que haré?!- sale un chillido de mi, mierda solo a mí me tenía que pasar esto, lo hubiera dejado y ya - Katherine tonta-.

Veo la hora en mi reloj de mano, ya  son las casi la nueve de la noche-me sorprendo- Ya perdí el ultimo bus, -ahora que haremos Aaron- ya no hay nadie a esta hora.

-Bien, bien- doy una gran bocada de aire- se que puedo solucionarlo- miro mi alrededor y mis ojos se apuntan a las llaves del auto de Aaron, bien ya tenemos transporte, solo falta cargarlo -seguiran...- entre cierro mis ojos y miro al fondo del pasillos-si aún siguen en este piso- dejo a Aaron recostado y corro al pasillo, por un monte cargas, ya saben dónde llevan la mercancía como en los comerciales.

Quién diría que unos de los Moore tendría que terminar de esta forma- río para mis adentros, vamos bajando del elevador y me dirijo lo más rápido posible al estacionamiento, espero que no vean las cámaras dirán que soy una loca- sicópata que secuestra a su jefe.

-¿Lo llevaré conmigo?- me preguntó mirándolo, si su padre lo ve así probablemente   se pondrá como en la oficina- bien jefe, solo por hoy te dejo ir a mi casa- le doy una palamdita

-¿Donde estamos?- dice adormilado, bosteza y se estira, sin importar que aún estoy a su lado me da un manotazo.

-¡Oye!- me quejo, salta y me mira con extrañez.

-¿QUE HACES AQUÍ?- vaya es lo primero que dirá, bufó -¿Y PORQUE ESTÁS MONTADA EN MI BEBÉ?

-Tu, tonto...- ni siquiera se que decir del coraje -mira ten- suspiro y apagó el carro y le lanzó las llaves- adiós señor Moore, puede regresar a su casa, tomo mi bolso y cuando abro la puerta me detiene.

-¿Dónde estamos?- río, claro yo creyendo que se disculparia.

-Es mi casa señor Moore, ya ha vendido- pongo mi mejor sonrisa, idiota- con su permiso tengo una comida familiar, se  le agradecería que se fuera a su casa y no me busque, ni me llame hasta mañana, no soy su secretaria, después de todo- caray con este tipo y al fin bajo del auto.

-Pues no te daré el gusto, así que iré contigo-  baja del auto a toda prisa y en  un paso largo  ya estaba  de mi lado.

-¡¿QUÉ?!- ríe y se tapa su sonrisa perfecta, como si nunca se hubiera emborrachado hace unas horas, carajo todo en el es así, lo odio- estás loco, no iras- camino más rápido pero claro me alcanza en un dos por tres.

-Soy tu jefe y puedo despedirte ya en este momento y poder reemplazarte desde mañana.- se me queda mirando esperando mi respuesta.

-¡Hágalo!- se que me arrepentiré mañana, aprieto más el paso.

-Pues no me importa- se acerca de nuevo a mi lado - ¿ Así que cual es tu departamento?- pregunta cuando ya estamos enfrente del edificio.

-Le vale lo que diga, ¿Verdad?- siento mis puños apretar, asiente con una sonrisa - no lo toleró Aaron, es un dolor de cabeza horrible.

PODEROSO MAGNATE [SIN EDITAR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora