ALEXANDER JAMES GRIMES
Mis manos sujetan con fuerza la cintura de Lauren, miro sus ojos cristalizado y siento como se deja ir por completo.
-Eso ha sido increíble, Alex. -Sonrió.
-Tu eres increíble, bebé.
Ella ríe y golpea mi pecho.
-¿Te puedo hacer una pregunta?-Dice, mientras se levanta de encima mío y hace que salga de su interior.
Jadeo, pero me las arreglo para responder sin titubear.
-Claro.
-¿Por qué nunca hemos hablado de tu familia?- Me tenso completamente. -Es decir, conoces mi historia, sabes lo de mi madre, lo de mi familia. -Enumera con sus dedos, mientras la miro fijamente. -Lo único que se dé ti es lo que muestras. Un hombre millonario, con grandes empresas y hasta ahí. No se nada más.
Suelto un suspiro audible.
-Es complicado ¿Bien?- Asiente.
-Lo se, pero estamos empezando una relación. Lo más normal sería que me dejarás conocerte.
-Esta bien- Cedo -¿Quieres saber?
Me levanto de la cama, recojo el pantalón de pijama y me lo coloco. Todo observándola.
-Esto que ves en mi, no es como lo pintan allá fuera.- Señaló la puerta de mi habitación.
-¿A qué te refieres?
-No nací siendo el más querido de los hijos. Al menos no por parte de mi padre, cuando apenas tenía uno cinco años vi la primera golpiza que mi "Padre" le daba a mi madre. -comienzo, -Al principio no entendía, pero con el pasar de los años comencé a unir cabos.- sus ojos me miran atentos casi sin parpadear.
»Mi madre y mi padre se conocieron porque tenían el mismo grupo de amigos. Mamá en esa época estaba enamorada del mejor amigo de papá. No sé muy bien la historia, pero mis padres se casaron por un acuerdo de mis abuelos y al final papá se enamoró de ella. Mi abuelo antes de morir me llamo y me confirmó lo que yo ya intuía, mi papá nunca pudo tener hijos y yo solo era el fruto de una relación de amantes.
«Si, mamá engañó a papá con su mejor amigo, pero sabes. No la culpo. Mi papá nunca fue un hombre muy expresivo y su amor por mamá era muy enfermizo- Hago una pausa- Un día salí con mis amigos a un club y cuando llegue ya era demasiado tarde. Mamá estaba con una bala en su cráneo y llena de sangre a causa de los golpes, que el mal nacido de David le había propinado»
-Me sentía tan culpable. Si yo no hubiese salido esa noche nada de eso habría pasado.
Lauren se levanta de la cama completamente desnuda y sus brazos rodean mi torso.
-No es tu culpa, Alex.-Musita.
Rodeo mis brazos en su cintura y la pego más a mi.
-Lo se, pero me hubiese gustado que las cosas no pasaran así.
-Tu madre estaría muy orgullosa de ti.
Mis ojos se cristaliza de inmediato.
-Por eso cuando te secuestraron por primera vez casi me vuelvo loco, Dios, no sé qué habría hecho si algo te hubiese pasado.
-Pero no pasó nada, estoy aquí.
Suspiró, ya es hora que ella se entere de lo que está pasando.
-Lauren...- La separó un poco de mi torso y miro directo a sus ojos. -Hay algo que no te e dicho. -Su frente se arruga y se separa de mi.
-¿Qué es?
-Tu vida está en peligro -Suelto sin más.
-¿Qué...?
-Por eso tenía tanto miedo de que te fueras de mi lado. -interrumpo.
Su cabeza se alza y creo ver su mente trabajar gran paso.
-¡En... Entonces tú me mentiste!- Sus ojos se llenan de lágrimas. -Todo es un invento...-Solloza -¡TU NO ME AMAS!
-Lauren...
-¡CÁLLATE! ¿POR ESO ME QUERÍAS TENER A TU LADO? ¡TE SIENTES RESPONSABLE DE LO QUE PUEDA PASARME!
-Lauren, nada...
-¡OH, DIOS MIO! -Comienza a vestirse a gran velocidad y yo solo me quedo allí parado observándola. -Soy una tonta.-susurra.
-¡YA PARA MALDICIÓN! -grito molesto. Su voz se acalla de inmediato. -¿De dónde sacas tantas estupideces? ¿Qué te hace pensar que te hubiese dicho que te amo sino fuese así? ¡Maldición! Te a cabo de contar algo de mi pasado.
-Alex.
-No.- Niego -No puedo creer que a estas alturas de la relación tú dudes de mis sentimientos.
Rodeo su cuerpo y abandono mi habitación dando un portazo.
No puedo creer que a estas alturas siga pensando de aquel modo. Okay, está bien, lo admito. No soy la persona más expresiva que existe, pero si ella estuviera en mi lugar yo no dudaría ni un poco de ella. Cualquier persona con dos dedos de frente se daría cuenta de lo que yo siento por Lauren.Bajo los escalera de dos en dos y comienzo a gritar el nombre de mi nana haciendo un gran alboroto.
-¡María...!-Exclamo molesto.-¡MARÍA!-Vuelvo a exaltarme.
Una María bastante agitada sale de la cocina y me observa totalmente confundida.
-¿Qué pasa Alexander? -Pregunta con su inusual tono de dulzura.
-Necesito un traje en la habitación de huésped que está continua a la mía en menos de 5 minutos.-Ordeno y vuelvo a desaparecer escalera arriba.
Entro echando humos a la habitación y me despojo del pijama para darme una ducha.
Diez minutos más tarde, salgo de la ducha, visualizo el traje que pedí en la cama.
Me coloco el traje de manera rápida y me paró frente al espejo a acomodar mi corbata. Me despeinó un poco el cabello y salgo de la habitación a pasos rápidos.
Cuando llego a la sala, me encuentro a María y a Lauren conversando. Su conversación termina cuando me ven y trato de ignorar la cara de sorpresa que pone Lauren al verme.
Me dirijo a uno de los estante, ignorándola olímpicamente y agarro mi maletín.
-Alex... -Pronuncia mi nombre con lentitud y la miró fijamente esperando que hable, pero su voz se ve interrumpida por el sonido de mi móvil.
Saco mi teléfono de mi saco y miro el número de mi secretaria en el y descuelgo.
-¿Pasa algo, Gabrielle? -Mi voz dura no sorprende a Lauren y la miró con los ojos entrecerado.
-Bueno, señor...-Hace una pausa de forma nerviosa -Su padre a estado hoy por la oficina.
-¿Qué? -Pregunto de manera de compuesta. -¡¿Y qué carajos quería?!-Pregunto de forma alterada.
-No lo se... Solo a dejado un sobre.
-Estare allá en unos momentos-Digo y cuelgo la llamada.
Suspiro frustrado y la encaro.
-¿Pasa algo?-Niego. No quiero preocuparla.
-No pasa nada...-Contesto de forma cortante y decido dejar mi enojo a un lado para poder rodearla con mis brazos.
Aspiro el olor de su cabello y me alejo un poco solo para dejar un beso en su frente.
-Tu y yo hablaremos luego.- Susurro.
-Lo siento...-Murmura.
Me separo completamente de ella y me dirijo a la puerta, pero me paro en seco antes de girarme para mirarla.
-No salgas de aquí hasta que llegue ¿Bien? Luego si quieres te llevo para donde tu padre.
Y sin más, salgo mi casa, cerrando las puertas a mis espaldas.
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POSESIVO ©
Roman d'amour"Solo se ama lo que no se posee totalmente." - Marcel Proust.