31

6.5K 367 1
                                    

Lauren.

-¿Y qué hacías en la fiesta? -pregunta cuando ya ha puesto él coche en marcha.

Me encojo de hombros.

-Papá piensa que entre mas rápido los conozca, mas posibilidad tendré de averiguar porque os dieron la espalda a mamá. -Fijo mi vista al frente. -Aunque la respuesta es obvia, no querían dañar su reputación.

Mis ojos se aguan.

Alexander me ve de reojo y le agradezco mentalmente cuando cambia él tema.

-Veo que te llevas mejor con tu padre.- Señala.

Asiento. Aunque se que no me a visto.

-Hemos pasado estos meses junto.- Respondo simplemente.

-Me alegro.-Dice sincero, y sonrió.

-¿A dónde me llevas?-Pregunto. Cuando veo que no estamos dirigiendo hacia. ¿Nada?

-No lo se... -Responde simplemente.

Me echo a reír.

-¿Es en serio? - Pregunto entre risa.

-No. -Dice volteándome a ver. -Te llevo a casa.

Levanto una ceja.

-Alex... -Digo dubitativa. -Ya no vivo ahí.

-Lo se.-Responde.

-¿Cómo?

-Se que estas viviendo con tu padre. Por cierto, tu papá me odia.

Lo miro boquiabierta.

-¿Pe.. Pero cómo?

-Tu guardaespaldas. -Contesta- No podía dejarte desprotegida. No después de que te hayan secuestrado por mi culpa.

No me molesta. Mas bien me da ternura que aún estando separados, se preocupará por mi.

-De todas formas no hablo de la casa de tu padre. Habló de la nuestra.

Ruedo los ojos.

-Sabes que no me voy a mudar contigo ¿Cierto?

Me mira por él rabillo del ojo y aprieta él volante. Por favor no empecemos.

-¿Por qué?-Pregunta entre dientes.

-Alex, acabamos de volver.- Señalo lo obvio -Esta vez haremos las cosas bien. Vamos a tener citas, luego me pedirás que sea tu novia y lo harás público. No me gusta como sales en revista con esa mujeres.- Intento parecer indiferente.

Suelta a reír y lo miro cabreada.

-Yo pensaba que él posesivo de esta relación era yo, pero de acuerdo, ya no mas fotos con otras mujeres. -Asiento.- Pero eso va para ti también. No quiero ver a otro capullo tocando lo que es mío. -Comienza, -No te dejes manosear de nadie.

Sonrío sin perderlo de vista. Alexander nunca cambia.

Aparca él auto frente a lo que es él portón de su mansión, le hace seña a unos de sus guardias, este toca un botón y las rejas se abren dejándolo entrar a su palacio.

Aparca él vehículo al lado de otros, sale del auto y lo rodea para abrirme la puerta.

Sonrío ante él gesto y tomo su mano.

-Que caballeroso...- bromeó.

-Solo por ti.-Susurra en mi oído, para luego acorralarme entre él auto y él.

-No sabes lo que me puso escucharte así de posesiva.- Reconoce con voz ronca y yo suelto una risa nerviosa, para luego rodear su cuello con mis manos y pegarme mas a el.

-Solo cuido lo que es mío.-Susurro coqueta en su oído.

Su pelvis choca con la mía y él bulto que siento en sus pantalones me hacen jadear.

-Sera mejor que entremos, -intenta explicar, -o la eso de la cita se ira a la mierda.

Me río y acepto de inmediato.

Caminamos por él jardín con nuestras manos entrelazadas y no puedo evitar la sonrisa estúpida que se forma en mi cara.

Los guardias de seguridad me dirigen una mirada de asombro y me escondo tímidamente tras la espalda de Alex.

Este dirige una mirada fulminante a estos y ellos miran cualquier otra cosa menos a nosotros.

Ya dentro de la casa Alexander me dirige a lo que recuerdo bien es la cocina y me hace sentar en la encimera mientras él prepara algo.

-¿Sabes cocinar? -Pregunto con asombro.

-Si.- responde-¿A caso tu no?- Pregunta y bajo la mirada avergonzada.

-Bueno... Mamá nunca me dejo cocinar- respondo.

-Se nota que te quería mucho.

Asiento.

-Lo hacía, ¿Sabes? La extraño. A veces me gustaría estar soñando y saber que ella sigue viva.

Alexander llega hasta mi y me rodea con sus brazos.

-No pasa nada, está bien extrañarla.-Asiento en su cuello. -Donde quiera que este, está orgullosa en ver en lo que te has convertido.

-¿Tu crees?- Pregunto en un susurro.

-Estoy seguro.-Asiento.

-No tengo hambre, ¿Qué tal si vemos una película?- Pregunto.

-Si, ven. -Me llevas a lo que son las escalera y antes de que me lo piense mucho me carga al estilo novia.

-¿Qué haces?-Pregunto con voz aguda.

-Nada. Solo llevó al amor de mi vida en mis brazos.

Me río y en vez de dirigirme a otra habitación, me lleva directamente a la suya.

-¿Estas seguro?- Pregunto refiriéndome a lo de su habitación.

-Nunca he estado mas seguro en mi vida.

Hace maniobras si bajarme de entres sus brazos y abre la puerta, nos adentra a esta y la cierra con los pies.

Me lleva a lo que supongo es su cama y no me fijo en nada ya que todo esta oscuro.

-¿Por qué tanta oscuridad, Drácula? -Me mofo. Escuchó que ríe y me deposita en su cama con suaviza. Se separa de mi dándome un beso en la frente y camina a lo qué es él interruptor y las luces se prenden.

-WOW...- Es todo lo que digo. levantándome de la cama y acariciando todos esos libros.
-Es hermoso...- Susurro mirando las paredes pintada de un color azul oscuros y retratos pintados en esta. -¿Los haz hecho tu?- Pregunto refiriéndome a los dibujos que están en sus paredes.

-Si..-Se encoje de hombros.
-No es la gran cosa.

¿No es la gran cosa? ¡ERA UN MALDITO ARTISTA!

Lo miro con una sonrisa en mis labios y me le tiro encima cubriendo su cintura con mis piernas.

-Es hermoso, Alex. ¿Por qué nunca me lo habías mostrado?

-No lo se... -Responde. -Eres la primera a la que se lo muestro.

-Debes pintarme.- Exijo, este sonríe, para luego estampar su boca con la mía.

-Ya lo hice.- Señala un cuadro que esta cubierto y me bajo de encima de él para dirigirme a este.

Quito la sabana y me sonrojo violentamente al verlo.

-Me haz pintado...-Susurro

-Diablos, - maldigo observando los detalles con la boca abierta, -Eres jodidamente bueno.-le suelto sin ver sus rostro. -Tienes que regalármelo. -Escucho su risa cerca y sus brazos aprisionan mi cintura.

-¿Y con qué me quedo yo?-susurra en mi oído.

-Con la original,-respondo separándome y volteando consiguiendo que nuestros ojos se encuentren.

-Es un trato justo.- responde antes de besarme y hacer que mis piernas rodearan su cintura.

POSESIVO ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora