28

6.1K 338 12
                                    

Alexander.

Respiro profundo mientras acerco en grandes zancadas a la cama donde se encuentra.

No entendía como habíamos llegado hasta aquí, y de alguna forma me detesté por estar haciendo que luciera de aquella forma tan enferma.

Su rostro brillante, ahora se encontraba pálido, sus labios rosados, se encontraban secos y me odie profundamente de haberle causado alguna vez daño.

Respire profundamente y acaricie él dorso de su mano y entrelacé nuestros dedos y sosteniendo su mano intenté que la suya entrará en calor.

-Dios, lo siento tanto...- mis ojos se nublan de impotencia. -Yo te dejaré en paz si te recuperas.

No hubo respuesta, pero si era lo mejor para ella, lo haría. La quería tanto que prefería mil veces verla bien sola, a mal conmigo.

Baje mi rostro a la altura del suyo y deje un pequeño beso en sus labios, antes de salir y abandonar aquella habitación de hospital.

***

5 Meses después.

Termine de acomodar mi traje y mire la hora que colgaba en la pared de mi habitación, me sorprendí lo verdaderamente tarde que estaba llegando a la fiesta de la familia West.

Abandone la habitación y baje las escaleras casi corriendo, encontrándome con María el final de ellas.

-¿Llegaras tarde, Alexander?-Pregunto como de costumbre.

-Si. - dije mientras observaba nuevamente la hora en mi Rolex.

-Esta bien, Alex. - Mis pensamientos viajaron inmediatamente a la morena de cabello negros y...

Cerré los ojos con fuerza y me obligue a mi mismo a no volver a pensar en ella. No otra vez, no quería volver a lo mismo.

Le miré y ella sonrío.

***

Minutos mas tarde me encontraba entrando a la mansión de los West. Por lo que había escuchado ello era una de las familias mas adinerada de la ciudad. Había hecho negocio con él viejo Derek West. Nada mas enterarme que era familia de Lauren, le había comprado más de la mitad de las acciones de su empresa y se las iba a regalar a Lauren. (Claro esta, no conté con que me separaría de ella) Ahora me encontraba siendo socio de este, y si ella a mi lado.

Obviamente ella nunca tuvo idea de nada de eso. Me mataría si supiera algo así, pero nada mas escuchar la forma en que ella se enfurecía de solo hablar de como ellos dieron la espalda a su madre, me cabreaba. Esa familia era ambiciosa y se notaba a kilómetros de que solo vivían de apariencia.

Por eso y más quería involucrarme en ella. «La iba a joder» esa era mi especialidad ¿No?

Ingrese a la fiesta y me quede observando cada rincón de esta.

Como me imaginaba era la típica fiesta de millonarios donde personas de la elite bebía de copa de champán y se vanagloriaban diciendo lo que tenían -Por cosa como esta, no me gustaba asistir a este tipo de fiestas- Dios lo veía tan ridículo aquello y si no estuviese acostumbrado a ir a este tipo de fiesta, diría que estaba fuera de lugar.

Tome la copa de champán que me ofrecía él camarero y la bebí de un trago, para luego encaminarme a saludar a los anfitriones de la fiesta.

POSESIVO ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora