ALEXANDER JAMES
¿No podía ser ella mas perfecta? No voy a negar que me sentía feliz que nadie la haya tocado. A excepción de mi, y de alguna forma me había elegido.
No podía sentirme más satisfecho.
Todos estos sentimientos confuso que ella esta generalizando en mi, me estaban descontrolando. Por un momento solo quise engañarme a mi mismo diciéndo que lo que sentía por ella era solo deseo, pero joder, la tía era incorregible; quería seguir demostrándole que ella no significa nada.
Oh, bueno, quería demostrármelo a mi.
Los dos días que no la había visto me había cabreado tanto, que mande a mi jefe de seguridad a investigarla ¿Qué tan jodido estaba para hacer eso? Si exacto. MUY JODIDO.
Transferirla a una oficina lejos de mi, fue una total estupidez que ni yo mismo aceptaba. Pero lo hice, la quería fuera de mi vida, para que mi padre no pudiese hacerle daño. Era tan malo lo que estaba pasando con ella, que tenia a mi gente de seguridad cuidándola.
Ella era frágil, aunque siempre quiera mostrarse ruda. Era difícil no quedarse observándola. Cualquiera que me viera ahora mismo, diría que soy un completo idiota por estarla observando mientras duerme, pero era imposible no hacerlo. Se había quedado dormida en mis piernas «Y no de la forma pervertida que vosotros pensáis»
Me había obligado haber una película de miedo y se había quedado dormida en el intento de verla completa. Su pelo tapaba toda su cara y tenia la sudadera subida hasta los muslos. Tenia un deseo de acariciarle las pierna, y subir un poco mas arriba donde esta su... Me mordí el labio inferior y desvié la mirada. No estaba bien verla de esa manera mientras dormía. Mi polla estaba dura solo con verla, pero no iba a dañar la poca confianza que Lauren había demostrado por mi en estas ultimas horas.
Estaba cansado. Pero no quería dormirme, no quería perderme un solo detalle de su hermoso rostro. Estaba relaja y quería seguir observandola... Sus pestañas eran tan largas, eso labios carnosos que me hacían perder la cabeza estaban entreabierto incitándome a que los probara. Sus rasgos eran tan delicados, y solo quería que abriera esos preciosos ojos y me miraran con ese brillo que siempre la caracterizaba.
Mi móvil interrumpió mi escaneo visual, y maldije por lo bajo a quien sea que haya ocurrido llamarme a estas horas.
Lauren se empezó a removerse en mis piernas, le acaricie el rostro con una mano y saque mi teléfono con la otra.
- Shuss, tranquila preciosa... - Susurre en su oído.
- ¡¿Que?! - Casi grite por el auricular pero me contuve para no despertarla.
- ¿Dónde carajos estas?- Hablo una voz bastante aguda del otro lado.
¿Y ahora qué? Esa voz... ¿Quién era? su nombre es Kate, Karen o era Katherine, suspire, como quiera que se llame.
Levante un poco la cabeza de Lauren para sacarla de mis piernas con cuidado para que no se levantara y gracias a Dios funciono.
Me estire y me separe un poco del sofá.
- Lo siento, Kate, pero tuve mejores cosas que hacer...- Murmure viendo a Lauren.
- ¡Mi nombre es Karina! - Grito furiosa del otro lado.
- Como sea. -respondí y corte.
¿Cómo se me ocurrió estar con ella? claro... ¡Ya me acorde! Quería sacarme de la cabeza a la fiera de ojos negros. Aunque no sirvió de nada. Me es imposible poder olvidarle. Como veis ella esta instalada en mi cabeza y dudo que haya forma de poder sacarla. Nick siempre repetía que era imposible nadar contra la corriente y ya era hora que dejase de hacerlo.
Juro por Dios que quería olvidarme de ella, pero me era completamente imposible. Sabia que se merecía a alguien mejor que yo. -Aunque no podía imaginarla besando a otros labios que no fuera los míos.- No podía y no quería imaginarla con alguien que no fuera yo. De solo pensarlo me cabreaba de una manera.
Se ha los peligro que ella se enfrenta a estando conmigo y no me importaba, era totalmente egoísta. Quería que solo fuese completamente mía.
Estaba dispuesto a dar todo por estar con ella y lo iba a lograr. Quiero tanto amar a Lauren.
Voltee a mirarla y sonreí. Estaba completamente perdido. Me encantaba y ya lo iba aceptar.
Me puse de cuclillas frente a ella y quite la maraña de moños que tenia en su rostro. Acaricie su mejilla y deje un beso en su frente.
-Eres lo mejor cosa que he visto.-Murmuro.
Me separo de ella y me siento en el sofá que esta al frente de este y cierro los ojos por unos momentos. ¿Estaría dispuesta ella a luchar conmigo contras mis demonios? Y con esos ultimo pensamientos me quede completamente dormido.
***
- Alex... - Ladee la cabeza confundido y seguí con los ojos cerrados.
- Alexander ¡Joder! ¿Y ahora cómo los despierto? - Susurro esta para si misma y sonreí para mis adentro.
Unos toques de unos labios cálidos se posaron en mis parpados, mi mejilla, mi barbilla y en mis labios. Abrí los ojos con sorpresa y agarre su nuca para profundizar el beso. Cierro los ojos ante ese toque de esos labios suaves y pasee mi lengua por su labio inferior y esta lo entreabrió para poder darme mas acceso. Un sabor dulce se mezclo con el mio en el momento que su lengua se encontró con la mía. Nuestros labios hacían choques y se movían al mismo tiempo, mordí su labio inferior y separe mis labios en el momento que sentí que nos faltaba respiración.
- ¿Qué me estas haciendo?- Murmuro con mi frente pegada a la de ella.
Sonrío y abro los ojos.
- No lo se... - Susurra y su aliento se mezcla con el mio. - Pero siento que mi corazón esta apunto de estallar en este instante.
Mi sonrisa se hace mas grande y se que ya no hay vuelta atrás. Estoy completamente perdido y lo termino de notar cuando susurro esas palabras, haciendo que todo se sintiera mas real.
-Se mía, bebé... - Murmuro a centímetro de sus labios y cuando esta asiente en respuesta.
Estampo una vez más mis labios con los suyos. Dios, iba hacer que esto funcionará y lo iba a lograr aunque me cueste