ALEXANDER JAMES
- ¡COMO ATRAPE A ESOS HIJO DE PUTA, OS JURO QUE LO MATO CON MIS PROPIAS MANOS!- Pateó el escritorio contra la pared y los guardias de seguridad se sobresalta.
- Una cosa os pedí... - Hablo con calma y dirijo mi vista al vendaje que cubre mi pierna derecha -Y no cumplieron. - Murmuro - ¡QUIERO A TODO EL PAÍS BUSCÁNDOLA SI ES PRECISO! - Aprieto la mandíbula cuando se quedan observándome con lastima - ¡¿QUE COÑOS HACÉIS TODAVÍA AQUÍ , MALDICIÓN?! ¡OS PAGO PARA TRABAJAR!
Nick le hace una señal a los muchachos de seguridad y ello abandona mi despacho, no sin antes mandarme una mirada apenada.
¡MALDITOS BASTARDOS!
- Lo siento mucho, hermano. - Mi vista de inmediato se cristaliza y cierro los ojos con fuerza.
-Yo... Esto es mi culpa, Nick... -Murmuro-No debí de haber insistido tanto con ella. Debí de haberme alejado en el momento que obtuve una amenaza por parte de él. No me perdonaría que algo le pasase a Lauren.
- No es tu culpa, Alex.- Me da un leve apretó en el hombro y yo niego repetidas veces con la cabeza. - No, no lo es. Todo es culpa de tu padre.
Aprieto los dientes.
- ¡Como el bastardo se atreva a ponerle una mano encima...! - Inhaló y exhaló, para tratar de calmarme.
- ¿Se han puesto en contacto contigo? - Niego y el asiente. - Bien. Todavía no sabemos lo que quieren, pero no dudo que sea dinero.
Asiento dándole la razón.
Nick se retira, lleno un vaso con vodka y le doy un trago.
Todo iba también, que iluso. Le estaba pidiendo matrimonio, yo quería protegerla y que mejor si es siendo mi esposa y así ningún bastardo se le podía acercar. Dos malditas semanas llevamos de lo que sea que tuviéramos he iba excelente. Ella me invitaba a su departamento, veíamos una película y luego se dormía pegada a mi torso.
Con ella no había ido a la tercera fase y no tenia prisa, podía esperarla el tiempo que hubiese sido necesario.
Mi pensamientos fueron interrumpidos por mi móvil y Nick entro de inmediato, sabia que lo estaban haciendo, lo estaban rastreando.
Respire hondo y vi el remitente.
Numero desconocido.
- ¿Diga...? - Mi voz sonó bastante firme.
Una risa sonó por el auricular e hizo que se me erizará todos los pelos.
- Alexander, hijo... - Nick me hizo una señal para que hablara y así le pudiese dar tiempo para poder rastrear la llamada.
- ¿Qué es lo que quieres? ¿Dónde esta Lauren? ¡JURO POR DIOS QUE SI ALGO LE HAN HECHO NO VIVEN PARA CONTAROS? - Gruño y escucho una risa carente de humor por el otro lado.
- No estáis en condicione de dar ordenes.- Replica. - Quiero 5 millones de dolares. - Contengo el aliento.
¡HIJO DE PUTA!
- Quiero hablar con Lauren. - Demando- Te daré todo el dinero que quieras, pero como le hayas puesto un dedo encima te mato, maldito hijo de puta.
Se ríe sin humo y después escucho un forcejeo.
- Habla, puta.- Cierro los ojos con fuerza. Esperando a que hable.
- Alex... ¿Estas bien? - Mis ojos se cristalizan y volteo la mirada para que Nick no pueda verme.
Ella esta secuestrada y todavía pregunta si yo estoba bien.
Un nudo se forma en mi garganta y me obligo a mi mismo a calmarme, para poder tranquilizarla un poco.
- Todo estará bien, bebé... - Un sollozo se escucha y muerdo mi labio inferior con fuerza, para no estallar. Lauren jamás llora y lo estaba haciendo, joder.
- Ya la escuchaste, quiero los 5 millones, para mañana... Sino quieres que te mande un vídeo de como todo te la follan. Y déjame decirte que esta bastante buena.
Aprieto los dientes con fuerza.
»Te mandare la dirección en un mensaje, te quiero solo a ti entregando el dinero, como vea un movimiento extraño no la vuelves haber. No juegues conmigo, hijo.
Cerró la llamada y...
- ¡Ya lo tenemos! - Nick me sonríe y yo solo asiento, no tendré paz hasta verla conmigo.
***
LAUREN HOUSTON
- Todo estará bien, bebé... - No había llorado, pero todos mis esquema fueron rotos al oír su voz.
Y ahí me rompí, pensé que le había pasado lo peor al verlo totalmente ensangrentado. Yo por un momento tuve demasiado miedo. Alex era lo único que me quedaba-Y aunque no estuviera precisamente enamorada de el- Era lo mas cercano que había estado de la felicidad de que mi madre se fue.
No me importaba mi padre, -Que hasta hora no había hecho nada por tenerme- Y mi otra familia -Que ni si quiera había visto-. Todo lo que me importaba era Alexander.
Le estaba fallando a mamá, no estaba haciendo siendo su voluntad, era una maldita egoísta.
No me había dado cuenta que seguía llorando, sino fuera por el imbécil que entró y me miro burlón.
- Ya se te fueron las gana de seguir de valiente.- Limpie las lagrimas secas que estaban sobre mi mejilla y sonreí con mofa.
- Y a ti ya te contrataron para trabajar de comdiante...- Solté con sarcasmo..
Desde que estaba en está estúpida cuatro paredes no dejaba de maquinar cualquier plan para poder escapar.
Había robado un arma.
Le había disparado en la pierna, al mismo que noqueo a Alexander.
Y le había escupido al viejo verde que organizo el secuestro.
Había recibido inmemorables golpes, tenia el labio roto, el pómulo hinchado y un el tobillo doblado. Pero nunca había llorado y menos suplicado.
Una manos agarran mi pelo con brusquedad y casi solté un jadeo.
- Tienes una boca muy bonita, quizás sirvas para otra cosa.
Abrí los ojos con miedo y trague saliva nerviosa.
- PU-DRE-TE - Sisee y le escupí en la cara.
Su puño impacto con mi rostro y escuche el crack de mi nariz romper. Tire la cabeza hacia tras y los ojos se me aguaron. ¡PERO NO IBA A LLORAR!.
Cuando mi vista dejo de ser borrosa, lo mire importando poco la sangre que escurría por mi rostro.
- Procura no dejar un arma a mi vista.- Sonreí con todo los dientes manchados de sangre. - Porque tu si que no vas a vivir para contarlo.
Se burlo y toco el dobladillo de mi vestido.
Cuando unas de sus manos toco mi piernas desnuda, me tense completamente, y miré al techo con los ojos aguados.
¿Por qué tardas tanto?
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¡Nos leeremos pronto!