Narra Luna.
-Están los chicos y nos pueden escuchar- susurre.
-No nos van a escuchar, mientras no grites vos- se rio. Comenzo a dar besos en mi cuello.
-No dale amor- lo agarre de la cara- mira si nos escuchan, la carpa de alan esta aca alado y la de Rocio enfrente-
-Shh- beso cortamente mis labios.
Con una de sus manos separo mis piernas y se metió entre ellas. Se acerco a mis labios y me comenzó a besar.
Llevo sus manos al dobladillo de mi remera y me la saco.
Volvió a unir nuestros labios, llevo sus grandes manos a mi cuello y a uno de mis pechos. Sus labios bajaron a mi cuello donde empezó a morder juguetona mente.
Era incomodo por que la carpa no era muy grande. Las manos de Paulo en mi cintura me sacaron de mis pensamientos. Mire sus ojitos que me traen tan loca, el me sonrío mientras comenzaba a jugar con el dobladillo de mi pantalón.
Quede en ropa interior. Le sonreí y cambie de posición, yo arriba y el abajo.
Lleve mis manos desde su cuello hasta su abdomen. Baje mis labios hasta su boca y comencé a besarlo. El con sus manos pegaba mi cadera a el frotando nuestros cuerpos. Balancee mis caderas de adelante hacia atrás, disfrutando la vista.
Detuve mis besos en su cuello donde le hice una marca. Me reí y le sonreí inocentemente.
De un momento a otro Paulo me dejo otra vez abajo, sin antes sacarse el pantalón que traía.
Paulo ágilmente saco mi corpiño, llevo sus manos a mis pechos y comenzó a jugar con ellos. Gemí fuerte cuando paulo mordió mi pezon.
-Shh bebé- se rio. Me sonroje, el lo noto y se empezó a reír.
-Déjate de reír- le pegue en el hombro.
Con una de sus manos agarro mi mentón y acerco nuestras bocas. Me beso de una manera tan hermosa, tan tierna, tan excitante a la vez.
-Amor- susurre al ver lo que estaba haciendo. Estaba jugando conmigo.
Frotaba su miembro ya completamente erecto contra mi feminidad volviéndome loca.
Bajo mis bragas y yo lleve mis manos a su bóxer bajándolos.
Pau se acomodo entre mis piernas y lentamente entro en mi. Comenzó a dar embestidas lentas pero poco a poco empezó a dar embestidas fuertes. Me mordí los labios intentado no soltar un gemido fuerte pero era imposible.
Paulo llevo una de sus manos a mi boca tapándola.
-Sh- después de eso comenzó a dar embestidas demasiado profundas y fuertes. Clave mis uñas en su espalda cuando sentí el orgasmo cerca.
-Pau- gemí. Su mano estaba en mi boca.
Dio las ultimas embestidas y los dos llegamos al orgasmo juntos.
Se quedo sobre mi pecho tratando de regular su respiración. Lleve mis manos a su pelo y comencé a acariciarlo.
-Pau- lo llame.
-¿ujum?- llevo sus ojos a mi rostro.
-¿Nos habrán escuchado?- el se rio y se acosto alado mío.
-Puede ser- se rio abrazándome.
-Oh paulo- me tape la cara.
-Sos muy ruidosa amor- Lo mire.
-¡Que vergüenza!- me mordí el labio al recordar como Paulo tapo mi boca.
