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Narra Luna.

Una semana desde que mi abuela entro a este hospital y desde entonces su salud va de mal a peor.

Paulo no se separa de mi, cancelo ya dos shows para estar conmigo, le rogué un montón para que fuera igual pero el no dio brazo a torcer.

La comadre de mi abuela vino a verla, al igual que una prima que tenia. Todos no podían creer lo que le estaba pasando a mi abuela, ella siempre fue tan sana, ni siquiera se agarraba resfríos ni nada.

-Amor.- Paulo me saco de mis pensamientos.-¿Queres que te valla a comprar un café?.- negué.- Dale, tenes cara de cansada.- me acaricio la mejilla.

-Bueno vamos juntos.- nos levantamos y fuimos a comprar un café.

-Hoy a la tarde tengo que ir una reunión con Alan.- me miro como diciéndome "perdón", o así lo sentí yo.

-Esta bien Pau.- agarre su mano sobre la mesa.- Anda tranquilo si?, yo igual hoy voy a ir para mi casa, tengo mucho sueño y me tengo que cambiar y todo.- asintió mientras se acercaba a mi y dejaba un beso tierno en mis labios.

-Ya vas a ver que todo va a salir bien.- susurro para después besar mi frente.

-Gracias amor.- el me sonrío no mas.

Sin duda Paulo es lo mejor que tengo.


(...)

Salí de mi casa y tome un remis para ir al hospital. Ayer a la tarde me fui del hospital para descansar un poco y ahora temprano voy a ver como sigue mi abuela.

Entre al hospital y fui hasta el pasillo donde estaba mi abuela.

Apenas me senté en el asiento vi como la comadre de mi abuela venia llorando.

-¿Que paso?.- me levante y quede enfrente de ella.

-Le dieron menos de 24 horas de vida.-

Y ahí fue donde mi mundo se destruyó, sentí mi pecho presionarse y el aire irse de mi cuerpo.
¿Y ahora?, que voy hacer sin ella.

Como pude me di vuelta y me volví a sentar en el asiento.

-El doctor dijo que a las 12:30 podemos pasarla a ver.- La comadre de mi abuela me abrazo.

Las lagrimas no salían, las palabras menos, estaba en estado de shock.

Mi abuela se me iba a ir, mi compañera, la única que siempre estuvo, el amor de mi vida.

-¿Es-están seguros de que no puede recuperarse?.- Después de muchos minutos hable.

-Su corazón, sus pulmones, riñones y cerebro están dejando de funcionar amor.- solté un sollozo.

¿Por que ella?, ¿Por que siempre las mejores personas se van?.

Me levante y camine hasta el baño. Estaba hecha mierda, no sabia como reaccionar.

Me senté en el piso del baño y lo primero que hice fue hacerme una bolita y llorar.
No llore como cuando mi papá me abandono, ni tampoco como cuando las cosas se ponían difíciles. Nunca había llorado así, mi pecho se me contraía, mis manos me temblaban.

Estaba llorando porque Mi abuela se me estaba yendo, lloraba porque sabia que sin ella todo iba a ser diferente, lloraba porque mi mundo se iba con ella.

Nunca me había imaginado esto, mi abuela varias veces me había dicho que algún día ella no iba a estar y que yo tenia que seguir adelante, que ella siempre iba a estar conmigo, pase lo que pase.
Siempre que me decía eso le contestaba con lo mismo; "Si abuela, lo voy hacer por vos, ademas soy fuerte yo", pero ahora sentía y sabia que sin ella no iba a poder seguir para adelante.

Quería llamar a Paulo y llorar con el, pero el estaba descansado ahora seguro y no quería recargarlo aun mas de lo que ya esta. Me dolía contagiar mi tristeza a Paulo, el estaba igual que yo, ojeras hace varios días que no podía dormir bien.
Pero el era la única persona con la que podía llorar.

(...)

-Pasa vos primero.- mire a Paulo y este me sonrío.

La hora de la visita había llegado.

Entre a la habitación y me fue imposible no soltar lagrimas al verla ahí, acostada en una cama llena de mangueras por todo lados, con los ojos cerrados.

Me acerque a su lado y agarre su mano suavemente. No podía dejar de llorar sobre su mano, era demasiado para mi.

-Abue, ¿P-por que vos?.- llore contra su mano.- Te me vas a ir viejita, no sabes el dolor que tengo ahora mismo, la personita que mas amo en el mundo se me va a ... se me va a ir.- mire su rostro que se encontraba pálido.- Voy a intentar estar bien por vos, te juro que lo voy a intentar. Quiero que sepas que te amo, te amo como nunca ame a nadie. Tambien te quiero agradecer por el amor que me diste todos estos años cuando nadie me quería por el hecho de ser hija de unos cualquiera , me diste tanto abue y yo te di tan poco. Te amo mucho Nanci Gutierrez y nunca lo voy a dejar de hacer.-Lloraba como loca contra su mano.- no me alcanzan las palabras para decirte lo que siento ahora y también sabes que no soy buena para estas cosas, pero tenes que saber que nunca te voy a olvidar y voy a luchar por todo lo que nosotras soñábamos cuando era mas chica, voy a terminar de estudiar, voy a conseguir un trabajo, voy a tener hijos, voy a remarla con Paulo, se que el me va a ayudar asi que no te preocupes el siempre me esta cuidando, como dijiste una vez vos.- solte una risa.- Te amo.-

No quería soltarla, no quería dejarla.

Paulo entro a la habitación y me aviso que ya tenia que salir.

-Pau.- llore en su pecho. Paulo solo me abraza y luchaba contra las ganas de llorar, lo veía en sus ojos.-No quiero dejarla. -

-Amor.- su voz se le quebró.- no la vas a dejar y ella tampoco a vos, siempre va estar para vos.- me llevo afuera y me sentó en uno de los asientos.


Narra Paulo.

Juro que pude sentir como Luna se me derrumbaba. Los doctores ya habían dicho que Nanci falleció. La reacción de Luna fue tan dolorosa. Solo se dio vuelta y se sentó en los asientos a llorar en silencio.

No quería verla así, pero que puedo hacer?, mas de apoyarla y consolarla.

Ahora íbamos camino a su casa, ella iba mirando por la venta. Yo no sabia que decir o que hacer y ella iba dura como una estatua.

Bajamos del auto y la seguí hasta su habitación, se sentó en la cama y ahí se quedo durante unos segundos mas.

-¿Te vas a quedar conmigo?.- cuando mire su cara sentí como mi corazón se estrujaba, mi amor estaba destruyendose.

Me acerque y me arrodillé enfrente de ella.

-Me voy a quedar el tiempo que quieras.- ella soltó unas lagrimas y me abrazo.

-Siento que me voy a morir Paulo.- confeso.

-No amor.- agarre su rostro.- Sos fuerte y vas a poder salir adelante, tu abuela te va a mandar todas sus fuerzas y yo no te voy a dejar sola, nunca te voy a dejar sola Luna.-

-Te amo.-

Nos acostamos los dos abrazados, sentía como Luna lloraba, pero sabia que nada de lo que dijera o hiciera iba a sacarle el dolor que tenia ella ahora.

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Mía |Paulo Londra|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora