Narra Luna.
Solté un suspiro, mire el reloj que estaba alado de la cama. Ya eran las 4 y media de la madrugada y no consigo dormirme.
Sentí que Paulo se movió atrás mío.
-¿No te podes dormir?.- sentí su aliento en mi cuello.
-No.- me di vuelta quedando cara a cara. Me quedo mirando a los ojos unos segundo hasta que hablo.
-¿Que pasa?.- me abrazo por la cintura.-¿Que no te deja dormir en paz?.- sonreí. Amo tanto que me conozca de tal forma de darse cuenta cuando estoy mal y cuando no.
-Me llamo mi Papá.- asintió.
-Ami igual me llamo y yo estaba esperando a que vos me lo diga.-se acomodo en la cama.-¿Cuando vas a dejar de ocultarme las cosas Luna?.-al ver que no iba a tener respuesta de mi parte siguió hablando.-Aveces... aveces me haces pensar que no tenes confianza en mi Luna.-
-No es eso, es que no te quiero ver mal..-me interrumpió.
-¿Y vos que pensas?, ¿Que a mi me gusta verte mal?, podes decirme las cosas Luna y lo arreglamos entre los dos como cualquier pareja.-
-Perdón amor.-
-No Luna, Perdón nada.- rodó los ojos.- siempre decis lo mismo pero al final lo volves a hacer.-
-Voy a cambiarlo, lo juro.- me miro directo a los ojos unos segundos.
-Eso espero.- se acosto en la cama mirando hacia el techo. Se que hablar sobre esto le molestaba.
-¿Que te dijo mi papá?.-
-Que me iba a denunciar, que va a terminar con mi carrera, que soy un viejo verde que corrompió a su hija y mas cosas.- solté una risa por lo ultimo.-¿Que te da gracia?.- alzo una ceja.
-Nada.- me molesto que me hablara de esa forma.-¿Y vos que le dijiste?.-
-Y nada, la verdad.-
-¿Cual verdad?.-
-Que te amo mucho y que por nada del mundo te voy a dejar.- cerro los ojos.
Me acerque a el y platee un beso en su mejilla.
-Te amo tanto.- El no dijo nada, estaba molesto.
Me volví a mi lugar y trate de conciliar el sueño pero me era imposible.
-Me voy a buscar algo para comer.- Paulo soltó un risa.
-Vamos.- bajamos las escaleras hasta llegar a la cocina.
-Hay milanesas, ¿nos hacemos sándwich?.- asentí.
Nos hicimos los sándwiches y nos sentamos a hablar.
-Sabes... todavia no me puedo hacer la idea de todo esto, me encanta.- me sonrío.- pero hay algo que me tiene muy ansioso.-
-¿Que nazca la bebé?.- negó.
-El Nacimiento de nuestra beba me pone loco pero saber que cuando nazca te voy a tener como esclava sexual por un mes, me pongo aun mas loco.- me sonroje. Me había olvidado completamente de ese "trato", que habíamos hecho.
-Cuando nazca la bebé voy a estar muy ocupada con ella, así que no cre...- me interrumpió.
-Vos no te preocupes mi amor, tiempo vas a tener.- me guiño el ojos para después llevar un sándwich a la boca.
-Estas loco.- me rei.
-Loco por hacerte el amor.- susurro.
-Te escuche.- me levante y deje el plato que había usado en la mesada.
-Ya se.-
-Ahora si, me voy a dormir.- me acerque a el y bese sus labios.-Buenas noches, mi amor.-
-Buenas noches gorda, en un rato mas subo.- asentí.
Subi las escuchas, me acoste en la cama y solté un suspiro. Comí mucho, si sigo así el día que nazca nuestra bebé me van a tener que llevar rodando.
(...)
-Esta me gusta mas.- El papá de Paulo hablo.
-¿a vos te gusta Lunita?.-
-Sinceramente no.- hice puchero.-Esta como muy descubierto y mira si se cae por ahí?.-
-No lo había pensado.- Hablo mi suegro.
Estamos en una mueblería buscando una cuna para mi bebé.
-Si les interesa tengo una en color crema y tiene corredizas.-
-¿Nos la muestra?.- seguimos al señor hasta donde estaba la cuna.
-Me encanta.- dije maravillada.
-Esta hermosa.- los tres mirábamos la cuna.-¿Cuanto esta?.-
-5.500.- casi me cai de espalda.
-La llevamos.- mi suegra opino.
-Si.- fuimos hasta la caja y saque de mi bolso la billetera.
-No mi amor, nosotros la vamos a pagar.- negué rápidamente.
-No doña, muchísimas gracias pero es mucho.- Los papás de Paulo le habían comprado un mueble, ropa y algunas que otras cosas para decorar la habitación.
-No Luna, nosotros la vamos a comprar igual.- mire al Papá de Paulo y este asintió.-De todas formas, Paulo saco tu tarjeta de crédito antes de venir por las dudas de que vos te negaras.-
-Muchas gracias.- me mordí el labio.
-De nada mi amor.- es increíble como cambio el trato que tenia la mamá de Paulo hacia a mi.
Después de que ellos pagaran nos fuimos al depósito del lugar donde nos dieron la cuna.
-Ahora llegamos a casa y la empezamos a armar.- En 2 meses tendría que nacer mi bebé así que estamos preparando las cosas.- Paulo me dijo que ya hizo de comer.- asentí.
Paulo estaba aprendiendo a cocinar porque dijo que como buen padre tiene que saber hacerlo, también quiere aprender a peinar para cuando tenga que peinar a nuestra hija, ¿no es una ternura?.
Baje del auto y entre directamente a la casa.
-Mi amor.- Pau beso mis labios cortamente y me abrazo por la cintura.-Hice ravioles.- sonreí.
-¿Te ayudo a poner la mesa?.-entramos al comedor los dos abrazados.
-Esta bien.-
Pusimos la mesa entre los cuatro y después nos pusimos a comer entre risas y charlas sobre la beba que viene en camino.
Entre Paulo y yo lavamos los platos mientras mis suegros empezaban a armar la cuna.
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