Narra Luna.-Dale levántate.- me moví entre sus brazos para poder levantarme.-Pau faltan 30 minutos, tu mamá se va a enojar.-La ultima vez la mamá de Paulo se enojo con nosotros por ser tan impuntuales.
Paulo abrió sus hermosos ojos y me quedo mirando.
-¿Pinta ese mañanero?.-
-Raja a bañarte, dale!.- me levante de la cama y busque ropa para ponerme.- Dale Pau.- vi como se levanto de cama y fue hasta el baño.
Estaba nerviosa como cada vez que voy a la casa de mi suegra, a ella no le caia bien, según Paulo es porque me fui y lo deje mucho tiempo solo y bla bla. La verdad no me interesa mucho tener la aprobación de su mamá, pero es incomodo.
Baje las escaleras con una pereza increíble.
-Amor.- Paulo venia atrás mío.-Después de ir a la casa de mi mama, ¿vamos a correr?, estoy gordo.- soltó un risa. Me di vuelta y lo abrace.
-No estas gordo, pero si queres te acompaño igual.- bese su cuello cortamente.-Ahora vamos porque si no vamos a llegar tarde.- agarramos nuestras camperas y salimos de la casa.
Arranco el auto y comenzó a conducir hasta la casa de su mamá que quedaba a 10 o 15 minutos.
(...)
-Que raro que llegaron temprano.- Mi querida suegra nos abrió la puerta.
-¿Como esta?.- la salude.
-Bien.- Miro a Paulo.-Amor, tenes que abrigarte mas ¿no vez el frió que hace?.- Paulo rodó los ojos.
-500 años tengo Mamá.- la abrazo.-¿Y Papá?.-
-Esta en el taller.-
-Bueno me voy a saludarlo.- mire a Paulo como diciendo "no me dejes sola", pero el se dio la vuelta y se fue.
-¿Queres tomar mates?.- asentí y la seguí hasta el comedor.-Paulo me dijo que empezaste a trabajar, pensé que las chicas como vos no trabajaban.- casi escupí todo el mate.
-¿Las chicas como yo?.-
-Te vez tan inútil, sin ofender.-
Me acuerdo cuando Paulo me decía, "es muy cariñosa", "muy buena onda", "se van a llevar bien", decía.
-No como me voy a ofender.- rodé los ojos.
Contaba los segundos para que Paulo viniera.
Casi salte de la silla cuando escuche la risa de Paulo acercarse.
-¡Lunita!, ¿como estas preciosa?.- El papá de Paulo era otra historia, amaba a este hombre.
-Bien y usted?.- Paulo me abrazo por los hombros.
Estuvimos una hora en la casa de los papás de Paulo y después nos fuimos a correr, volvimos a la casa y hicimos comida.
-Bebé.- Paulo beso mi cuello mientras jugaba con mi ropa interior.
-¿Mm?- me di vuelta abrazándolo.
-¿Hablaste con tu Papá?.- negué.- Hoy me mando un mensaje preguntando cómo estabas.-
-Ah bueno.- respondí sin interés.
-¿Hasta cuando vas a tener ese rencor contra el?.-
-No se.- me reí.- me da igual todo lo que tenga que ver con el, al igual que yo a el.- me encogí de hombros.- ahora quiere hacer el papel de Papá bueno, pero ya no quiero saber nada de el.-
-Sos hermosa cuando arrugas la nariz.- beso mi nariz.- Ahora volviendo al tema, ¿te das cuenta que al final te hace mal a vos?.-
-Si.- le reste interés.-Tu Mamá me trato de inútil y encima me dijo al final, "no te ofendas". Hice como que lloraba.
-No se que tiene contra vos.- se rio.-Después voy a hablar con ella.-
-No esta bien.- me encogí de hombros.
-Igual voy a hablar con ella porque no te tiene que tratar así.- escondí mi cabeza en su cuello.
-Te toca lavar los platos mañana e.- lo pellizqué.
-Me lo recordaste no se si 10 veces ya.- solté un risa.
-Es que vos después te haces el boludo.- mi cuerpo se erizo al sentir las manos de Paulo en mi culo, acariciandolo.
-No me hago el boludo.- soltó un bostezo.
-Bueno mejor durmamos.-
-Aja.- beso mi cabeza.-¿Mañana te toca trabajar?.- asentí.-Despertame así te llevo.-
-Okey, te amo.-
-Yo mas bebé.-
Cerré los ojos y me acurruque aun mas a el. Lo mejor del día sin duda alguna es dormir con el, uno porque es como una estufa, siempre esta calentito y dos porque no es incomodo para dormir.