Capítulo 49

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Caminamos de puntillas tratando de no hacer mucho ruido, pero la madera no nos ayuda demasiado, rechina cada dos pasos que damos por el enorme balcón que comparten la habitación de Max y la de Brandon, donde ahora debe estar Dylan acomodando sus pertenencias después de una larga suplica de Shane. Literalmente se puso de rodillas hasta que Dylan aceptó, su excusa y su actuación debió ser muy buena para convencer al rubio o Dylan de verdad siente algo por Brandon.

Cuando llegamos a la puerta de la habitación de los chicos, nos detenemos ocultándonos un poco para que ninguno nos descubra.

Brandon se encuentra en uno se los sillones sentado como indio con el celular en manos, ignorando completamente al rubio quien se encuentra entrando y saliendo del armario con ropa en manos, de vez en cuando mira a Brandon cuando este no se da cuenta y viceversa.

—¿de verdad para esto hicimos el cambio?—se queja Daniela.—es un idiota, así jamás se va a fijar en él

—quizá está nervioso...—comento en defensa de mi mejor amigo.

—¿nervioso? Eso debió pensar antes de hacer el cambio, creí que ya estaba decidido—se cruza de brazos, me giro para verla.

—de hecho, él no estaba de acuerdo—le recuerdo, ella rueda los ojos.

—tampoco se negó demasiado

—oigan...—nos llama Max y volvemos nuestra vista a la pareja.

Brandon se levantó del sofá, se encuentra parado frente a la puerta del armario mirando a Dylan, parece que el rubio lo llamó o algo así porque mi amigo le señala unas cosas mientras entra. Sonrío emocionada y me acerco a la puerta de cristal para abrirla con cautela.

—¿qué demonios haces? Nos van a descubrir—susurra Max, lo ignoro y entro seguida por Dani.

Caminamos de puntillas hasta el pequeño pasillo que lleva al baño. La habitación es exactamente igual a la mía. Nos escondemos detrás de la pared junto al armario para escuchar atentas a lo que sea que digan o hagan.

—listo, ya puedes ocupar el espacio—escucho decir a Brandon.

—lo siento...—dice Dylan con pena.

—no te preocupes, era lo mismo con Shane—le responde Brandon despreocupado y algo distante.

¿qué mierda le pasa?

—es que...siento que yo te molesto—hace énfasis en yo.

Jamás había escuchado a Dylan así de sumiso. Parece chica, no jodan.

—¿tú? Claro que no—dice divertido. Bien, al menos está dejando su pose de chico malo.—¿por qué me molestarías?

Se quedan en silencio unos segundos, sólo se escuchan los ganchos de la ropa moverse, volteo a ver a Dani.

—por...lo que pasó...

¡justo en el blanco! Ya salió el tema, espero que Brandon no la cague.

—¿en las vacaciones pasadas?—se escucha un sonido de afirmación.—creí que no lo recordabas

Se escucha una risilla nerviosa. Sonrío con ternura.

—es algo que no puedo sacar de mi cabeza...—dice desanimado, como para sí mismo.

Silencio de nuevo, se oyen pasos lentos. Volteo a ver a Daniela con los ojos muy abiertos, ella tiene la misma expresión que yo.

—creo que ya es hora de irnos—susurro, ella asiente.

Con cautela miro hacia el armario donde se encuentran ambos, se encuentran frente a frente, Brandon dándome la espalda y cubriendo por completo al pequeño Dylan. Tomo de la muñeca a Daniela y corremos de puntillas hasta la puerta de vidrio, y dejándola abierta, tomamos a Max y seguimos corriendo para volver a la habitación del menor. Cierro la puerta de vidrio de golpe a mis espaldas, tranto de tranquilizarme mi respiración agitada.

Mis Dilemas y Yo [MISHYY #2] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora