Capítulo 27

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¿han sentido la hermosa sensación de libertad? ¿han tenido el hermoso pensamiento de «¡tengo cincuenta minutos para comer!»? Pues yo tengo eso en estos momentos, al fin después de estos dos años con el mismo viejo de historia, faltó y tengo la clase libre por lo que puedo desayunar lo que no desayuné en casa, agusto y sin preocupaciones. abro las puertas de la cafetería con una sonrisa, encontrándome con dos personas dentro de ella, seguramente comparten está clase conmigo, tomo una charola y me paseo de un lado a otro mirando lo que hay hoy.

Tomo una hamburguesa, papas obviamente, una gelatina, manzana, jugo de naranja, pago y voy a la primer mesa que se me cruza. En la misma de todos los días, la más grande, la del centro, la que "pertenecía" a los Malik y ahora ambas familias nos sentamos ahí, las cosas pasan demasiado rápido.

Comienzo a devorar mi hamburguesa mirando la entrada de la cafetería, se siente extraño sin Paul o alguno de los chicos presentes, estoy acostumbrada a sus gritos y discusiones a veces absurdas. Sonrío levemente. Ya quiero que sea Navidad para ver al resto, aunque no estamos seguros de si vendrán pero no perdemos la esperanza, además estamos ansiosos por que conozcan a Max y ver sus reacciones. Ya somos diecisiete, y si contamos a la bendición de James, dieciocho, a este paso viviremos en un hotel pronto.

Cuando solamente me queda la manzana y algunas papas me levanto con la bandeja en manos, tomo la manzana y las papas para tirar el resto, después salgo por la puerta de cristal que da directamente al patio de la escuela donde hay más personas sentadas debajo de los árboles o en las bancas, yo voy directo a un árbol para tomar asiento cuando veo a lo lejos a Nina con una chica así que dejo mi camino original para dirigirme a ella. Tengo que hablar con ella de manera urgente, antes de que Perrie la golpee o que los chicos se maten.

—Nina—deja de hablar con la chica para verme, me sonríe con timidez, sus mejillas se tiñen de rojo carmesí.—¿podemos hablar?

—claro—murmura y le dedica una mirada a la chica, esta asiente y se va despidiéndose de mí con la mano, sólo hago un asentimiento con la cabeza.—¿qué... qué sucede?

—iré al punto, ¿sales con Connor?—me cruzo de brazos mientras la miro con el ceño fruncido, me mira con nerviosismo y se muerde el labio.

—¿p-por qué lo dices? ¿él dijo algo?

—casi, pero no. Dylan y él casi se agarran a golpes, sino es que ya lo hicieron, todo se debe a ti—me mira con ambas cejas arriba, entre asombrada y asustada.—Nina, si no sientes nada por Dylan, dicelo ahora. Y si no sales con Connor alejate de él, no es bueno para ti sólo te va a usar

Aparta la mirada de mi para pasarla en el suelo mirando sus pies mientras los arrastra en el pasto recién cortado, la miro con desesperación y suelto un suspiro.

—pero...Connor me dijo que me quería...

—¿y le crees?—digo con una ceja arriba, ella voltea a verme y asiente levemente.—Nina, por Dios, si sigue contigo es porque no se a acostado contigo como le gustaría...una vez...—asiente sabiendo a lo que quiero llegar. Lo recuerdo y me dan escalofríos.

—pero...ya lo hicimos..

Abro mucho los ojos.

¿¡qué!?

—¿¡qué demonios!?

—¡lo sé!...lo sé, sé cómo es Connor y por eso le creo cuando dice quererme, aún no somos nada oficialmente pero de verdad lo espero, Connor me gusta enserio—suspira frustrada.—ahora me siento culpable por Dylan, de verdad no tenía idea, me habla poco y jamás se acerca como Connor lo hizo... hablaré con él

—no tienes de otra—murmuro pensando aún en lo que acaba de decirme.

Connor hablaba enserio, pero ¿como creerle cuando es una mierda con las chicas al igual que sus hermanos? Excepto por Dylan.

Mis Dilemas y Yo [MISHYY #2] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora