Capítulo 12

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Alissa:

—no despierta, creo que está muerta

Oigo una aguda y molesta voz cerca de mí, otra vez, no estoy segura de quien carajo es pero lleva horas molestando con que estoy muerta. Eso quisiera, pero yo no manejé.

—no seas baboso, no está muerta la he visto peor

Esa es otra voz molesta que lleva diciendo lo mismo hace horas. Decido ignorarlos y disfrutar de estar en cama aún.

—haber, dale otra, pero más fuerte

—no, mejor dasela tú

—¿le tienes miedo a Alissa?

—no, pero tú sí

Se quedan en silencio unos segundos.

—bien, pero abre la puerta para poder salir corriendo

—ash...

Abro los ojos como puedo e intento gritar pero no logro hacerlo, en cambio mi garganta duele por mi intento fallido, hago una mueca mientras me siento.

—¡se quedó muda!—exclama mi mellizo con horror provocando dolor en mi cabeza.

—no seas baboso, está afónica—le dice Max con obviedad después de darle un zape, mi mellizo lo mira mal.

Intento acostarme de nuevo pero Paul me quita las sábanas de encima para evitarlo, me cruzo de brazos mientras lo veo.

—Melissa te mandó el desayuno y la comida, El postre también, para que te recuperes—me dice Paul mientras deja una bandeja sobre mis piernas.—aquí hay agua y pastillas

Se va después de eso dejándome con Max, quien me mira desde el suelo sentado como indio, sosteniendo su rostro entre sus manos mientras las recarga en sus piernas. Comienzo a comer del pollo como si no hubiera comido en días.

—¿a dónde fueron?—pregunta después de unos minutos de silencio en el que me miró comer. Lo miro mal y después pienso en alguna manera de explicarle que fuimos a una fiesta.

Alzo los brazos y me muevo como si estuviera bailando, lo veo fruncir el ceño por eso.

—¿te estás ahogando?—pregunta algo asustado, yo lo fulmino con la mirada y dejo de hacerlo.—¿sabes..?—juega con sus manos mientras las mira, como si estuviera nervioso.—el otro día besé a una niña—escupo el agua que había bebido y lo miro con ambas cejas arriba.

Puede que no compartamos sangre, pero eso es de un maldito Miller, ¡apenas tiene ocho años y ya está de prosti con las niñas!

—no pienses mal, no fue nada de amor y esas cosas—hace una mueca de asco, yo alzo una ceja.—ella no cerraba la boca, me tenía harto así que la besé, fue la única manera de callarla sin lastimarla—lo miro con algo de ternura y es cuando alza la mirada, pensativo.—creo que se llama Cassidy o algo así

Miro a la nada pensativa, ese nombre me parece familiar, pero aún no tengo la cabeza suficientemente sana para poder recordar a una niña con ese nombre. De verdad Max me ha dejado más muda de lo que estoy, ¿quién iba a decir que el pequeño de la familia a su corta edad ya anda besuqueandose con las niñas de su salón? No se si sentirme orgullosa o con miedo por su futuro.

—iré con mamá para decirle de tu problema, tal vez te ayude con un té

Asiento y se va tarareando una canción. Me dan escalofríos al escucharlo, parecía una escena de película de terror.
Me sacudo para sacarme ese sentimiento y sigo comiendo dejando que mi mirada se pierda en las puertas de la habitación, intentando recordar que es lo que hice ayer, pero lo único que viene a mi mente es cuando fui a la casa de Shane con Perrie y después llegamos al club y...nada, blanco. Sólo espero no haber hecho una ridiculez de la que pueda arrepentirme después, no quiero estar buscando en youtube a Taylor Swift y terminar viendo un vídeo de mí bailando sobre la barra del club o algo así.

Mis Dilemas y Yo [MISHYY #2] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora