Capítulo 64

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Tres meses después (unas semanas antes de noche buena)...

Suelto un suspiro cansado y me estiro sintiendo crujir mis huesos, sonrío con satisfacción y sigo mi camino hacia el taxi disponible frente al aeropuerto, el amable señor baja del auto para ayudarme a subir mis maletas mientras que mis hermanos llaman a otro taxi, frunzo el ceño.

—¿qué hacen? Aquí cabemos todos—señalo el taxi frente a mí.

—decidimos darles algo de privacidad después de ayer—dice Kelvin mientras Bruce asiente de acuerdo y suben al taxi, se van al instante y yo los sigo con la mirada sin poder creerlo.

Molesta subo al taxi y me cruzo de brazos mirando como Scott le da las maletas al conductor del taxi, después sube a mi lado al mismo tiempo que el conductor y pone el auto en marcha preguntando la dirección.

—tome—le entrego el papel con la dirección escrita por mis hermanos. No he podido aprendérmela aún.

Vuelvo a mi posición de brazos cruzados mirando por la ventanilla junto a mí, pasar los edificios, autos, tiendas, plazas que me sé de memoria. No entiendo aún porqué éste idiota vino con nosotros a visitar a nuestra familia y no fue a visitar a sus padres, todavía mis hermanos me hacen compartir el taxi con él que para darnos “privacidad” después de lo de ayer, no lo asesiné porque mis hermanos lo impidieron y no lo hago ahora porque hay un testigo, soy muy joven para ir a la cárcel.

Ayer nos reunimos todos; Evan, Olivia, Sandra, Katy, mis hermanos, Scott y yo, fuimos a un club y claro que cada quien se fue por su lado con su pareja dejándonos solos, al principio estábamos tranquilos sin ninguna bebida alcohólica, hasta que alguien me invitó a bailar y comencé a beber, a él también lo vi hacer lo mismo entonces creó una enorme escena de celos por el chico que me invitó a bailar, se pelearon y volvimos a casa, los chicos no se enteraron. En casa lo curé, la borrachera me había bajado un poco por el susto y todo lo que pasó, y se me bajó más aún cuando él me besó pero eso no se queda ahí, no claro que no, porque yo le seguí el beso y todo subió de temperatura hasta que mis hermanos llegaron. Gracias al cielo. Fue como si yo no fuera consiente de lo que estaba haciendo, no hasta que mire a Scott sin camisa y yo a punto de estarlo también, no sé qué mierda tenía en la cabeza.

—hey...—lo escucho murmurar.—los dos estábamos ebrios, no volverá a pasar

Volteo a verlo con mi rostro serio, estoy molesta con mis hermanos y conmigo misma, soy una idiota.

—a menos que tú lo quieras, yo...

—¡oh cállate!—le doy un empujón y se ríe.—ibas bien...

—está bien, está bien, son vísperas de Navidad no hay que pelearnos—me mira expectante.—¿trato?—me ofrece su mano, la miro unos segundos y la acepto al fin.

—trato hecho

—acabo de tocar a mi amigo con esta mano—dice sonríendo. Lo suelto al instante con una mueca de asco.

—¡eres un cerdo Scott, que puto asco enserio! ¡agh!

—no es cierto, tonta—me pellizca la mejilla y el taxi se detiene.

Por la ventanilla de Scott puedo ver mi casa, dos autos afuera estacionados pero nadie afuera, nadie sabe que vendríamos. Para mi buena suerte yo veo la casa de la familia Rudd, y un auto blanco estacionado afuera pero igual, nadie está afuera por lo que no sé si se trata de Shane aunque de igual manera no tendría porqué importarme. Cuando todas nuestras cosas ya están abajo, Scott le paga al taxista y caminamos hacia las rejas de la entrada encontrando a Antonio, le sonrío y él me devuelve el gesto.

Mis Dilemas y Yo [MISHYY #2] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora