Capítulo 55

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Cierro el casillero y veo el rostro de Shane sonriente, le sonrío de la misma manera y le doy un beso como saludo, después comenzamos a caminar juntos a pesar de que no nos toca la misma clase.

—hoy vamos a la playa de noche, ¿qué te parece?

—bien, ¿a qué hora?—sonrío.

—ocho—besa mis labios y se va por el pasillo izquierdo y yo por el derecho al gimnasio.

Me encuentro con Olivia en el camino y le cuento lo que hablamos Shane y yo y al acuerdo que llegamos, ya que no la había visto a solas desde que llegamos a Miami. Nuestro acuerdo entre Shane y yo es que él ya no vaya a mi casa, no hablarnos frente a los chicos, no sentarnos en la misma mesa en la cafetería, cortar todo tipo de vínculo frente a los chicos porque no quiere que cuando se vaya ellos digan «¿recuerdas cuando...?» «Alissa, ¿ya hablaste con...?» «Alissa, ¿recuerdas cuando...?» «Alissa, ¿por qué ya no...?», dijo que es mejor desde ahora; también quedamos en vernos de vez en cuando y que eso solamente quede entre nosotros, tratar de no volver a sacar el tema, no ir juntos al baile de graduación, tener sexo duro (su idea, no mía...bueno, en parte), y no despedirnos.

Entramos al vestidor de chicas, el cual aún está lleno, así que dejo de contarle y nos cambiamos. Salimos a la cancha de fútbol americano y el profesor nos pide calentar ya que vamos a hacer series de no sé qué.

—oye...—me dice Olivia en un susurro mientras sube y baja con las abdominales.—últimamente me siento extraña...

Asiento para que prosiga e intercambiamos, ahora yo hago abdominales.

—mareada, con mucha hambre, y tengo cuatro días de retraso

Me quedo abajo mirándola con los ojos muy abiertos, ella se mantiene seria con los ojos brillosos.

—¿y ya te hiciste la prueba?—pregunto aún susurrando mientras me recargo sobre mis codos, ella niega, suelto un suspiro de alivio.—entonces tenemos trabajo

—no digas nada a nadie, mucho menos a Evan

Asiento y sigo.

Después hacemos sentadillas, trotamos unas diez veces y finalmente siguen las estúpidas series que tanto dice el viejo. Hay una fila de aros, una fila de conos, y una fila de arcos para saltar, el profesor hace equipos y cada uno va hacer una para después cambiar de serie. Un desastre pero hacemos como dice.

Cuando termino de correr voy a la fila en la siguiente serie, la de los conos.

—oye, ¿ya sabes a dónde vas a ir después?—pregunto mientras veo como uno de nuestro equipo se cae de hocico tirando un cono, contengo una carcajada.

—iremos a Los Ángeles, actuación—me dice y como es la siguiente me deja con ganas de preguntarle.

Sigo yo y me sorprende no quedar en vergüenza como mi compañero, voy a la siguiente que es de aros.

—¿se van juntos? Creí que tu serías maestra o algo así—digo con el ceño fruncido, agitada, ella ríe.

—que sea inteligente no significa que no me guste el arte—responde y comienza con la serie.

Cuando terminamos el profesor nos deja descansar en las gradas, nos sentamos juntas y bebemos agua.

—¿y tú?—me mira.

—aún no sé si Nueva York, Miami o Los Ángeles—me encojo de hombros y vuelvo a beber agua mientras que con la otra mano me seco el sudor del rostro.

—¿ya sabes el tema del baile?

Niego mientras me recupero y veo al profesor hablar con uno de mis compañeros.

Mis Dilemas y Yo [MISHYY #2] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora