Capítulo 53

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Dos meses después...

Siento como toma el collar y volteo a verlo quitándoselo de las manos, me mira curioso con una sonrisa mientras me abraza.

—no te había visto ese collar, ¿es nuevo?

Asiento mientras observó el óvalo azul agua.

—es un regalo de cumpleaños—logro murmurar y volteo a ver mi mesita de noche donde se encuentra un libro bastante grande, grueso de metal. Es un marco de fotos doble que mi padre me regaló hace dos meses, en él puse la carta de Derek, lo genial es que se abre y se cierra.

—¿quién te lo dio?

—Derek...

Y ya no dice más, sólo me abraza y besa mi cabeza en forma de consuelo a pesar de que yo no me encuentre llorando. Aún en duro, mucho más después de leer esas cartas, me sentí muy mal cuando terminé de leerlas y estuve encerrada por una semana en mi habitación llorando y leyendo una y otra vez las cartas para confirmarme una y otra vez que Derek, a pesar del error que cometió, era el correcto y se fue.

Un espantoso grito demasiado afeminado pidiendo ayuda nos alarma, salimos de la habitación y corremos en dirección al ruido.

James grita una vez más horrorizado y Cristal le pide que se calme de la misma manera, ella se encuentra sentada en la orilla de su cama con las piernas abiertas sobre un charco de agua y James parado frente a ella mordiéndose las uñas.

—¡CRISTAL YA VA A PARIR!—gritamos Shane y yo mientras entramos a la habitación.

Shane y yo la tomamos de los brazos para levantarla y sacarla mientras James nos mira pálido.

—¡James mueve el trasero y pon la camioneta en la puerta!—le grito y sale corriendo.

Todos salen corriendo de sus habitaciones, Perrie entra a la de Cristal en busca de ropa para bebé y todo lo que necesitará.

—¡ahaha maldita sea!—exclama ella mientras respira de manera agitada, Shane y yo hacemos lo mismo que ella, como habíamos visto en las películas.—¡me duele el trasero joder!

Logramos bajarla a la primera planta después de diez minutos y salimos de casa a paso apresurado pero seguro, los chicos nos abren la puerta y vemos que James aún no se encuentra donde le dije.

—¿dónde mierda está el idiota del padre?

—¡me duele!

—tranquila, respira—le dice Shane y volteo a verlo con los ojos muy abiertos. Es lo peor que puedes decirle a una mujer a punto de dar a luz.

—¿¡tranquila!? ¿¡TRANQUILA!? ¡no puedes decirme tranquila cuando estoy a punto de sacar a dos niñas por mi vagina!

James aparece al fin con la camioneta y rápidamente abre la puerta de atrás, ya tiene los asientos abajo así que subimos a Cristal y ella se acuesta de forma horizontal con las piernas abiertas y flexionadas mientras se toca el estómago y respira agitada. Me subo con ella y después Shane y James poniendo el auto en marcha.

—¡más rápido!—le grito a James.

—¡voy lo más rápido que puedo!

—¡ahahha!—exclama de manera ronca, casi como la chica del exorcista.—¿¡por qué me hiciste esto James!?

—¡yo no tengo la culpa de que ese condón me quedara pequeño y reventara!

Okey....

La acompaño en su respiración mientras la tomo de la mano, y de nuevo tiene una contracción, vuelvo a contar como Melissa me enseñó.

Mis Dilemas y Yo [MISHYY #2] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora