Capítulo 25

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—no, Shane, eso es estúpido está claro que el aguacate es una verdura

—no, te digo que es una maldita fruta

—¿por qué?—me cruzo de brazos.

—porque tiene semilla—dice con obviedad.

—¿me estas diciendo que el tomate también es una fruta?—frunzo el ceño, él asiente sonriendo.

¿cómo comenzó nuestra extraña discusión? Con un juego que no recuerdo como se llama, pero teníamos que mencionar frutas y perdía el que no decía nada, entonces en un momento de desesperación él dijo aguacate y comenzamos a discutir sobre si es verdad o no.

—investigalo, verás que tengo razón

—cuando cargue mi celular—digo mientras lo guardo en mi bolso.

Veo que al fin se detiene, después de treinta minutos de estar en la carretera al fin llegamos a un lugar, frunzo el ceño y bajo del auto esperando que sólo sea una ilusión óptica, claro que es una estupidez pero tenía estúpidas esperanzas.

—dijiste que me iba a gustar—le reprochó mientras me cruzo de brazos, sonríe.

—¿no te gusta el alpinismo?

—no, he visto demasiadas películas para saber que es peligroso—se ríe, lo fulmino con la mirada.

—tu lo has dicho, has visto más no lo has hecho, quizá no tengas tan mala suerte como esos actores—dice haciendo énfasis en la palabra actores.

—Shane, mi suerte apesta como las axilas de Paul

Suelta una carcajada y pasa un brazo sobre mis hombros haciéndome caminar junto a él hasta una cabaña donde se alcanza ver el equipo para escalar. Diosito Santo, si me salvas de esta prometo no decir groserías, tampoco haré bromas, ni golpearé a nadie, ni le haré bullying a mis hermanos, ni volveré a poner sal en las donas de Tristan, ni volveré a hacer ese pastel de sal con chocolate y salsa habanera porque no fue una buena idea después de todo los chicos taparon los baños y tuvimos que limpiar el jardín Max y yo, fue demasiado asqueroso. Amén.

Shane pide dos de esas cosas y dos personas nos ayudan a ponerlo mientras otra nos explica como debemos hacer para no morir, claro que no uso esa palabra es algo dentro de mi exageración. Cuando estamos listos las mismas personas que nos ayudaron a colocarnos el traje nos acompañan hasta la montaña, ya estando ahí después de hacer unos nudos y de prepararme mentalmente subimos con lentitud.

—si llego primero me debes una segunda cita

—¡no se vale!—se ríe de mí al igual que el chico junto a mi, quien supuestamente viene supervisando que todo marche bien.

—¡depende de ti Aliss!—grita para que logre oírlo ya que de encuentra algo lejos.

Suspiro y cuento hasta tres para seguir avanzando hasta la siguiente roca de la que puedo sostenerme, espero otros quince segundos y vuelvo a contar. Esto es lo peor que me han hecho hacer, no vuelvo, juro que no vuelvo aunque me pagaran un millón de dólares no vuelvo mierda, soy demasiado joven y hermosa para morir hecha pedazos yo no quiero verme fea en mi funeral maldición. A este paso llegaré mañana a la estúpida cima.

—¿cuanto he subido?—pregunto con los ojos cerrados al chico junto a mí, lo oigo reír.

—tres metros

—mierda, vamos Alissa tu puedes

Piensa en unicornios de colores, unicornios de colores, unicornios de colores, unicornios de colores fabricando Nutella, Nutella, Nutella.

Mis Dilemas y Yo [MISHYY #2] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora