XV

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MIRADAS

Hay miradas dulces, mieles prohibidas
que enloquecen el furor del alma,
condenando respiraciones vacías
que dan más vida que un cigarro encendido.

Hay miradas tiernas, lirios encantadores
que buscan el consuelo de un eclipse
entre lo más hermoso de la distancia
donde choquen sus pupilas de fuego.

Hay miradas tentadoras, seductoras
que inspiran los deseos del pecado
y vagar dulcemente en la aurora
del pensamiento mágico de una utopía.

Hay miradas tristes, flores apagadas
por el mismo olvido, quizás,
por la luz que esperan y no llega;
quizás por esperar otra mirada acariciante.

Hay miradas vacías, muertas
que lo dicen todo sin decir nada,
que buscan vida en otra mirada
aleteando por sobrevivir en los recuerdos.

Hay miradas vanas, mentirosas
crueles, llenas de hipocrecía
que acarician el alma con sus deseos.
Dios perdone a aquellas que nos mintieron.

Hay miradas fugaces que envuelven
la piel palpitante de un delirio;
Hay miradas que son lirios
arrebatadoras de sueños que no vuelven.

Hay miradas silenciosas, que gritan
un instante de amor, de calor...
Lloran su secreto más tierno
en el manto místico de las noches de luna.

Hay miradas que son poesías,
llevan en sus venas los versos
que no han escrito sus pupilas
y lo han pronunciado con sus besos.

Hay miradas frágiles, fuertes aromas
que desprenden de su alma soñadora
para volar en las nubes de pasiones
y alcanzar el firmamento infinito del amor.

Muchos se miran y se esconden,
se preguntan en dónde están, ¿en dónde?
Porque hay tantas miradas que no se sabe
cuál sea la verdadera que Dios añade.

Hay miradas que derriten los sentidos
y roban suspiros de buenos amantes.
Hay miradas que se aman y son distantes
y se buscan en los crepúsculos del olvido.

Hay miradas que besan tan profundo el alma,
donde chocan los arrebatos del universo
y las besan tan bien, cual estrellas distantes
para no olvidar jamás la locura de mirarte.

Tomando un caféDonde viven las historias. Descúbrelo ahora