LIX

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Flores arrancadas de mis manos

Globo engalanado de nostalgia por tu ausencia,
marchan a tus pasos los gorriones míos
que en los pinos de iluciones te cantaban,
los vientos mástiles de mis profundos sueños.

En mi pecho guardo tu fugaz recuerdo,
nostálgico, puro y acogedor de mi destino,
que apagose en tu boca de niña coqueta
y en las flores llenas de las alas de tu alma.

No sueño con despejar de mis labios tus besos,
porque navegan en la libertad de la hoguera,
en las cuerdas de la silueta de estos versos,
acompañándome tus ojos dormidos, tus ojos que me miran ya vacíos.

Quisiera que seas la lámpara que me despierta
en las madrugadas voraces de verano;
que acompañes en el silencio a mis letras
con el simple arrullo de tu sencillez temprana.

Oh, distancia del eco de tu figura,
distante entonces de las caricias de mi voz,
te pienso en la linterna de mis pupilas
y resbalo en el bosque de tu cintura imaginaria.

Ojos chiquitos, moriré en el néctar de mi delirio,
en el inmóvil espejo de nuestro regazo,
cogeando nuestro amor hacia la muerte
y suspira mi agonía, en el ardiente fuego de mis venas.

Tomando un caféDonde viven las historias. Descúbrelo ahora