Ha sido para mí, un gusto inmenso poder escribir esta parte de mi inspiración, pues, como lo dije al inicio en la presentación, “versos que creía dormidos, se levantan y se apoderan de mi inspiración”.
He escrito de la forma más sincera posible, acogiéndome a las más hermosas figuras de la literatura, que hace que los sueños más imposibles, puedan ser una realidad. Mis versos, mi canto desesperado cuando he sentido temblar mi mano, mi pluma, el goce estrellado de mi papel, al ser teñido con la tinta que escribe el alma. Sin duda alguna, no hay sentimientos más hermosos, que los que puede dictar la poesía combinada con el alma misma.
Ay de mí, poesía… que grita el silencio de aquellos versos que no se pueden pronunciar ni escribir, pero que van grabados en el alma, como el tatuaje mortal que nos recuerda, el porqué de nuestra existencia, de nuestra inspiración, de nuestra locura para escribir versos; porque simplemente, el poeta es un loco andante, un caminante, un bohemio, un trovador, un amante…“Sin locura, no hay poesía y sin poesía… no hay vida."
Heme aquí y digo, que termina este capítulo de mis versos TOMANDO UN CAFÉ.
Para quienes gustan de mis poemas, sigan leyendo y vivan la magia de lo que produce la vida. Cien poemas de amor, una Petición de bohemio y una Cita.Ronald David Mero Alvia
POETA APASIONADO