LVI

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Luna

Luces tan perfecta
en el refugio místico del cielo
y te pareces a la mariposa
encantadora en su infinito vuelo.

Eres néctar dulce en la noches amargas,
condenando las lágrimas vacilantes
entre el arrullo migratorio de un sentimiento
que nace a la sombra de tu blancura.

Mis labios quieren pronunciar un deseo,
el deseo de decirte cuánto te quiero,
con un verso desesperado,
desesperado cual rosa en capullo.

No eres mía y lo lamento,
y tan solo me contento con mirarte a la distancia
tan solemne y mágica;
alcanzarte es mi anhelo y tu anhelo también.

Solo puedo acariciarte con la mirada
y sentir tu presencia que a veces me esquiva;
blanca silueta que me tenta a mirarte
con tu silencio en cortejo de venerarte.

Luces tan perfecta
inspiración mía...
Déjame seguir perfumando mis versos
en la dulce presencia de una mirada tuya.

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