LIV

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El lamento de mi pecho

Se me funde mi garganta
en la vasta llanura de su nombre,
en el espejo de palabras ausentes,
que caen minuciosas en la oscuridad de sus pupilas.

Emífero idilio
donde citamos los más bellos versos,
en la ineflable tentación de los besos;
imconmensurable fruto que perdimos en el adiós.

Se me funde la garganta al recordar
el etéreo romance de nuestro tacto
que acariciaron nuestras almas,
nuestros sentidos ya marchitos en el tiempo.

Ahora me queda el aroma petricor;
melancolía de miradas ausentes,
que pintarán en el boceto
de una violeta en el cielo del recuerdo.

Tomando un caféDonde viven las historias. Descúbrelo ahora