Hace frío
y cristales se forman en el rostro de la noche
donde susurran socorro
por una gota de calor
en el parpadeo de un insonmio cántico.
Silvidos
se escuchan en la lejanía,
es el hielo de un alma que devora
el errante murmullo de una flor
que se congela en esta tiniebla fría.
Hace frío,
dice el corazón temblando.
¡RISAS!
¡MÁS RISAS!
¡LÁGRIMAS!
cristalinas horas de este rostro
en medio de mi nostalgia.