Se clavan las tempestades
en el aullido soplo de un corazón feroz
que intenta conquistar el sonido
de un silencio abrumador
Cortejo de hilos pulidos
lino a la vista del alma
Noche blanca
Noche negra
Noche sin entrellas y con cigarras
al violín contundente de una canción
Torre caída
a la espera de una luz
de una luz blanca sin reflejos
con sombras elevadas a la mirada
de los que rezan sin sentido y sin razón
Crepúsculo muerto
Vacilante movimiento de una oración
en el ala de los espíritus arrepentidos
que buscan sin cesar la salvación.
Aromas cálidos de regazo
Ya en la agonía de una sonrisa
con la esperanza desvanecida
en el borde de una hoja de cristal
cantando su aurora ya muerta
Muerta con una mentira
en la compañía de un ángel
portador de la bandera de la noche
Se clavan tempestades en esta noche
Noche sin estrellas y con cigarras
que en esta penumbra descifra
el pensamiento loco de un verso
de un poeta trémulo a la vaga ilución
