Bésame
Bésame tanto como puedas, como muñeca
en la temperatura de mis días enredados;
bésame en la melancolía, tan eterna mariposa,
pues te pido un beso en mi delirio, tuyo de tu boca.
Bésame en el espacio infinito de tu mirada tierna;
bésame en tu silencio tan bulloso de tu alma,
que cual condena energética de tus cabellos
me arrulla dulcemente, mientras besas para mí.
Bésame tanto como puedas, con tu boca,
con tu alma enamorada, como loca...
Bésame en el filo de una mañana
cuando el sol se levanta, rayando tu silueta.
Bésame te pido, con tu manantial de niña inocente
que emerges del paraíso, con un beso tuyo para mí,
que convierte las líneas de mis manos
en el crepúsculo idilio, del beso de nuestras almas.
Bésame por un instante, así como una eternidad
que no se escape del capullo de una estela;
bésame con el instrumento de tus manos,
en un concierto de notas, salidas de tu boca.
Bésame en la penumbra, en el vacío.
Bésame fuerte te pido y sumerge mi vida
en ese océano que canta tu mirada,
en la luz de tu boca, que besa tanto a mi alma.
