LXIII

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Alto pequeña flor

Pequeña flor, granos de conjuro
en el encanto de la neblina misteriosa
que habla del azul, alma llena
en las madrugadas de melancolía.

Pequeña flor bendita, engreída en mi jardín,
me matas de ternura
con tus pétalos que desean morir,
escapando de mis celdas de amor.

Pequeña flor, venga el hastío vano
y el dulce sabor de la anhelada muerte.
Oh vida que marcha en arcano,
en el delirio mortal de tanto quererte.

Pequeña flor no pidas muerte,
no acaricies su manto; ella espera
que clames su oración en carabana
y llegar hasta ti, como luz que arranca el alma.

¡Ay pequeña flor de primavera!
No cuelgues tu arpa de plata
ni en el doloroso tedio de la vida,
porque tú, eres verso amado, flor querida.

Tomando un caféDonde viven las historias. Descúbrelo ahora