¿Por qué tengo que revivir el puto recuerdo día si día también? ¿Por qué? Han pasado cinco días de ello y yo solo puedo pesar en el amargado señor Matters sobre mí ¿por qué? Lo bueno de todo es que no lo he visto, no es nada maduro de mi parte, es mi cliente y sé que algún día el encuentro llegará, hablaremos de lo sucedido y de que eso no podrá suceder de nuevo, bla, bla, bla. Pero aún no estoy preparada para eso, aún no.
Hoy es sábado, se supone que iría a visitar a mi familia en la ciudad, pero no puedo. Aún siento el cartel en la frente que dice: “Me acosté con un hombre casado” y lo último que quiero es que mi familia se entere de eso. Así que he decido quedarme aquí, sola porque Jaype si se fue, pero lo que no planeo es quedarme en casa, primero iré a la lavandería para lavar mi ropa y luego pasaré el día en la playa, comeré allá, tomaré una cerveza y fumare unos cuantos cigarrillos. Eso si que es un buen plan.
Recojo todo la ropa sucia que tengo en mi habitación y la voy metiendo en el bolso de viaje, si mi madre viera esto dijera: Frida, la ropa sucia te va a comer un día de estos. Y es verdad, es mucha, pero ya voy a ocuparme de ella. Al terminar de recoger me pongo el casco, monto el bolso en la moto y rum que nos vamos. Llego en menos de cinco minutos al lugar, está lleno pero el dueño me da una lavadora libre en la esquina del local, meto la primera tanda de ropa y me pongo los auriculares para escuchar música.
La preciosa y ronca voz de Alejandra Guzmán me acompaña mientras hago mis quehaceres.
Hoy quiero que me digas que me amas
Que soy todo lo que siempre soñabas
No te atrevas a soltarme que ya me enamoraste
Hoy quiero que me digas sin palabras
Abrázame y desnúdame con calma
Regálame una noche que no tenga mañana
Quédate, quédate para mí.Para mí, es una preciosa canción que en la ronca voz de Alejandra suena simplemente espectacular. Mientras espero que lavadora haga su trabajo escucho todo mi repertorio de ella, ahora todas sus canciones me traen de vuelta los recuerdos de esa noche, lo bien que la pasamos juntos y lo bien que me hizo sentir. Intentando no pensar más canto bajito a la vez que voy pasando mi ropa a la secadora y metiendo una tanda más a lavar. Ahora escucho Gloria Trevi, una de mis canciones favoritas, me río de ti. Y que por suerte no me recuerda a cierto amargadito.
Y yo la paso bailando
Cantando, logrando tanto, sin ti
Y tu estas imaginando
Que paso mis noches en vela
Muriendo por ti
Y yo la paso bailando
Amando mi libertad ya sin ti
Y cuando recuerdo
Tu nombre y tus besos
Me río de tiSin darme cuenta estoy cantando la canción a todo pulmón mientras doblo mi ropa, doy pequeños golpecitos con pie y antes de que me siga inspirando la chica que usa la lavadora de al lado me sonríe.
—Siento el espectáculo —le digo apenada.
—Tranquila, también me gusta Gloria Trevi —¿La beso? Gloria Trevi es increíble —¿Eres nueva por aquí? Mi nombre es Gina —me tiende su mano y le doy la mía sonriendo.
—Frida. Si tengo poco que llegué al pueblo —me mira de arriba abajo, pero no de forma despectiva si no más bien con agrado.
—Me gusta tu estilo Frida, es así como urbano. Me encanta —sonrío. Este vez soy yo quien la miro y sorprendentemente también me gusta el suyo, es de niña fina, viéndola bien es una chica muy bonita, debe tener mi edad, sus ojos son color avellana y su sonrisa es cálida.
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¿Qué diablos, Frida?
RomanceLa historia de amor entre una chica extrovertida y un padre soltero y amargado. ¿Qué diablos Frida? Fue lo que dijeron todos al saber que me mudaba, dejaba la gran metrópolis para empezar mi vida en un pequeño, pero acogedor pueblo, ya no quería ser...