¿Qué diablos, Frida?

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Capítulo dedicado a:
BetsabeNina
bronelaruizvazquez
NnatsukilLYT

Ganadores del concurso de Whatsaap 🎉🎊🎉🎊
Ahora siii, espero les guste.

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Mi mañana ha estado un tanto ajetreada, gracias a Genoveva tomé un desayuno de lujo, digno de la realeza como los que me preparaba mi león salvaje, de esos que me dejan la panza mega inflada, y que, con crop top, parezco winie pooh. Tuve que ir a casa para ponerme una ropa decente, e ir a la oficina, previamente buscando a mi querida Janneth, en el camino me disculpé con ella por mi actitud tan perra, y ella me comprendió al cien por ciento, sabiendo que los líos del corazón nos vuelven locos, a veces.

Apenas pusimos los pies en el negocio, nos inundamos de trabajo, junto a ella fui a ver algunos locales y comprar unos materiales, al volver, me sumergí en mi trabajo organizando fiestas, planificando fechas, y un sin fin de cosas más, he estado ocupada, y no hay nada mejor que eso para no extrañar a nadie. Estoy totalmente concentrada en mi trabajo cuando suena mi teléfono, me sobresalto, y más cuando veo la foto de Isaac Matters en la pantalla, muerdo mis labios tratando de calmarme, tomo una respiración profunda, para luego darme una patada en el cerebro, qué diablos me pasa, no puedo ponerme así con tan solo una llamadita.

—Buenos días, señor Matters —atiendo la llamada con un poco de seriedad.

El latido de mi corazón retumba en mi pecho al escuchar la ronca, exquisita, magnifica voz de mi león salvaje. Vuelvo a apresar mi labio entre mis dientes evitando reír.

—Vaya, vaya. Volvemos a tratarnos por los apellidos, señorita Canning.

—Es sexy —susurro escuetamente. Muerdo la punta del lápiz escuchando su respiración.

—Lo es —murmura —¿Puedo invitarte a almorzar? Quiero hablar contigo.

Apenas dice, mi estómago gruñe estruendosamente y en mi boca tengo un pequeño mal sabor por el hambre. Parece ser que todo mi cuerpo se pone de acuerdo para cumplir con los caprichitos del señor, hace un segundo estaba neutra, y ahora, muero terriblemente de hambre. Suspiro y sonriente susurro:

—Por supuesto que sí, guapo.

—Señor Matters es sexy, pero cuando me llamas guapo, me enamoro más de ti.

Siento un estallido de amor en mi pecho al escuchar aquello. Siento mis mejillas calentarse terriblemente e imagino lo roja que estoy, agradezco que la conversación sea por teléfono, y que no vea lo tontorrona que me pongo al escuchar sus palabritas.

—¿Vienes por mí o nos vemos en un lugar? —pregunto, escucho su risa y sé que es por mi drástico cambio de tema.

—Te busco en un par de minutos.

Acepto lo que dice con una sonrisa. Apenas acaba la llamada pongo una mano en mi pecho para calmar mi corazón que late ansioso, no sé qué quiera hablar conmigo, pero con el mensaje de anoche mi corazón se llena de esperanza, este tiempo alejados me he dado cuenta de que lo amo más de lo que creí posible, y que Emily es verdaderamente mi hija, a pesar de que no salió de mí, la adoro como si hubiese sido así, los amo, y los extraño tanto. Me permito soñar, sin despegar los pies de la tierra, también hay posibilidades de que me confirme lo que Lucile vino a decirme días atrás. Sea lo que sea que vaya a decirme, lo aceptaré, porque yo decidí alejarme, darle tiempo, y dejarlo escoger, sea cual sea su elección, voy a aceptarlo.