La semana ha sido sorprendentemente agotadora, después del evento de Isaac hemos despegado totalmente, hemos recibidos muchos clientes buscando que le organicemos sus fiestas, e incluso Juancho ha venido para que le organicemos el aniversario de su bar, tenemos trabajo que hacer y eso nos pone felices.
Después de mi fin de semana con Gina, me siento más tranquila, voy a seguir su maravilloso consejo, no me preocuparé por nada, lo importante es vivir y demostrar el cariño que uno tiene para los otros, ambos se lo merecen, Emily e Isaac merecen todo mi amor, y sé los daré, cueste lo que cueste. Por ello, tomo mi teléfono y le mando un lindo mensaje, deseándole feliz día, un mega beso y una caliente invitación para esta noche, deseo verlo, besarlo, tenerlo desnudo para mí y Dioosss
¡Me he vuelto una adicta al sexo!
Pero mi león no me defrauda, me desea lo mismo, me manda el doble de besos y me dice que lo espere desnuda en casa, que tiene muchas ganas de verme. Ya estoy deseosa y solo hemos conversado por mensajes.
Sigo con mi trabajo con una sonrisa en los labios, no puedo dejar hacerlo por más que quiera, mientras organizo los eventos por fecha y lo que necesitaremos en cada uno, suena mi teléfono, pensando en la divina conversación que he tenido con mi amigo sexual, lo tomo, pero no es él, es Gina.Hola amiga. ¡TE NECESITO CON URGENCIA! ¡LLÁMAME!
Si lo escribe en mayúscula, es obvio de que es urgente, sin pensármelo dos veces le marco y ella me contesta al segundo tono.
—Frida amiga, ¿Qué tal todo? —¡Bien! está tranquila.
—¿Qué tal todo tú? ¿Sucede algo?
—Isaac me ha pedido que busque a Emily, pero yo no puedo, no estoy en el pueblo ya sabes porque, ¿Tú podrías encargarte mientras llego?
Sonrío. Los miércoles por la mañana son sus horas fijas con Ernesto, así que en plan de cupido, colaborando con el amor le acepto lo que ella pide y ella agradece una y mil veces.
—Este es el plan —me dice —Tú la buscas y la llevas a su casa mientras yo llego, prometo que me tardaré una hora como máximo para llegar.
—¿Y si llega Isaac? —pregunto.
—No llegará relájate, si me lo ha pedido es porque tiene algo importante que resolver en la chocolatera.
—Bien. Nos vemos luego amiga.
Se despide animada y luego cuelga la llamada.
Me dispongo a culminar mi trabajo rápidamente después de avisarle a Jay que me iré por un par de horas, él asiente tranquilo diciéndome que tendrá todo bajo control. Sorprendentemente el tiempo me alcanza para organizar todo antes irme, solo tomo mi teléfono por si Gina llama, el casco y las llaves de la moto. Manejo con un poco de celeridad para llegar a la hora, y es así es, cuando me estaciono, empiezo a ver a los niños salir, primero los más pequeños hasta los más grande y allí veo el grupo de Emily salir, me acerco a ella feliz de verla, pero me percato que tiene el ceño fruncido tal cual como lo hace su padre.
—Hola princesita —Ella se alegra al verme y sonríe, pero no es como siempre —¿Todo bien en la escuela?
Tras darme un beso en la mejilla asiente. Esta sin duda no es la Emily a la que estoy acostumbrada, pero sin darle más vueltas al asunto la tomo de la mano, seguro el viaje en moto la alegrará.
—Niños, recuerden darle a sus madres la invitación para el fin de semana —dice una de las maestras en la puerta, miro a los niños y todas tienen un papel rosa en sus manos.
—¿Y tu papel rosa Emily? —le pregunto al ver que no tiene nada.
—No me dan —responde escuetamente.
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¿Qué diablos, Frida?
RomanceLa historia de amor entre una chica extrovertida y un padre soltero y amargado. ¿Qué diablos Frida? Fue lo que dijeron todos al saber que me mudaba, dejaba la gran metrópolis para empezar mi vida en un pequeño, pero acogedor pueblo, ya no quería ser...