Rey de Plata.

Capítulo 38 I Diplomacia.

—¡Quiero verlos levantar los pies! —gritó Iruka al costado de la pista— ¡Rápido, rápido!

Naruto corría tan rápido como podía, cruzaba los obstáculos y subía los muros. Le dolía el cuerpo y estaba agotado pero no se rendiría ¡no se retractaría a sus palabras!

—Te quedas atrás Namikaze. —farfullo Sasuke a su lado.

El rubio bufo.

—¡Te mostraré de lo que soy capaz! —aceleró el paso, corriendo a la par de Sasuke.

—Tsk, —gruño el Uchiha, de repente, ambos seguían acelerando, tratando de llegar más rápido a la meta.

Hasta que llegaron, al mismo tiempo.

—¡¿Viste eso?! ¡Te vencí! —dijo en rubio con jubiló.

—¡¿Éstas loco?! ¡Es obvio que yo llegué primero?! —mascullo el azabache tratando de recuperar el aliento.

—¡¿A quién le dices "loco", tonto?! —graznó el príncipe, molesto.

—¡Tú eres el único tonto aquí! —ambos se pusieron en guardia, dispuestos a pelear.

—¡¿Quieres pelear, aspirante a Sargento?! —blasmo Naruto.

—¡Por supuesto, príncipe de chocolate! —los dos lanzaron un golpe, que no llegaron a su objetivo.

—¡Hey! Tranquilos, —Iruka llegó a separarlos— no hay peleas en esta Academia.

—¡Él empezó! —replicó Naruto.

—¡No quiero excusas! —dijo el Cabo— Ahora, ambos se quedarán limpiando toda la Academia después de clases.

Los niños se miraron mal entre ellos, ¡Sasuke jamás había sido castigado! Y dos días con Naruto ya le traían demasiados problemas.

—Su padre estará muy decepcionado, cadete Uchiha. —regañó el castaño— En cuanto a usted, cadete Namikaze, esperé a que su madre y hermano se enteren de esto.

Una alarma se activo en el cerebro de Naruto, ¡Kakashi! Si él se enteraba de que tenía problemas lo sacaría de la Academia.

—N-no es necesario decírselo al rey, —murmuró nerviso— con mi madre es más que suficiente.

Iruka suspiró.

—No puedo dejar al rey fuera de esto, debió pensar en eso antes de ponerse a pelear como niño.

Naruto observó a su profesor alejarse y después, a Sasuke que miraba al suelo.

—Idiota. —bramó furioso.

—¿Así habla un príncipe? —mascullo el Uchiha— Que malos modales tienes.

—De repente tienes una boca muy grande, ¿no te parece?

Sasuke levantó la vista.

—La tengo cuando es necesario. Y ahora, gracias a ti tengo que quedarme a limpiar aquí, mi padre va a matarme.

Naruto chasqueo la lengua.

—Es tu culpa.

Sasuke fruncio el ceño, sería un largo día. Ni cuando entrenaban en el palacio peleaban tanto pero ahora, eran evaluados constantemente y ambos querían probar que eran el mejor.

La rivalidad a penas comienza.

[...]

Frente a él se encontraban los reyes de las Naciones Aliadas, analizando cada uno de sus movimientos, todos ellos eran mucho mayor que él incluso que Minato ¿sería un niño para ellos?