Rin se movía de un lado a otro en la diminuta celda. ¿Qué había hecho? Se sentía tan culpable de ver esa expresión en el rostro de su querido rey.
—¡Sueltenme! ¡No saben con quién están tratando! —los sonoros gritos le llamaron la atención.
Se pegó a la celda cuando vio a Lina siendo ingresada a una celda y a sus compañeros alejarse tras cerrarla. Estaba furiosa con esa mujer.
En un loco intento por saber qué pasaba, le quitó el arma a uno de los guardias con sumó sigilo sin que este se diera cuenta y apuntó a la cabeza de Lina.
—¿Quién eres? ¡Quiero la verdad! —le gritó y la Konatsu soltó una risa burlona.
—Hace unos momentos era bastante amable, Comandante.
—¡Responde! —la mujer frente a ella levantó los brazos en señal de rendición.
—Bien, hablaré. —suspiró— Kakashi era solo un niño pero una madre nunca olvida.
Rin apretó el arma con más fuerza.
—Yo era una mujer con un espíritu aventurero y sabia que mi lugar no estaba en un centro militar, —las palabras le salieron amargas.
Lina caminaba por las calles de Konoha rumbo a la Academia militar con las enormes bolsas de mercado en ambas manos. Sakumo no estaba en la ciudad, había ido con la Reina Tsunade a una pequeña provincia que pertenecía a su Reino por un artilugio que era desconocido para ella, por lo que, Lina tenia que ir por Kakashi a la Academia y después regresar a casa a hacer la cena. Estaba agotada.
Entonces observó las fotografías de los reinos vecinos y aliados, todos esos lugares parecían sacados de libros. Eran acogedores y paradisíacos, junto a la enorme lista de actividades que podías hacer allí, Lina deseó tomar el siguiente tren que saliera a cualquiera de ellos. Pero una campana la sacó de su ensoñación. A lo lejos visualizó al pequeño de cabellos platinos que corría hacia la salida con entusiasmo, ella se apartó de las fotografías y encontró a su pequeño a medio camino.
—¡Hola mami! —saludó Kakashi tomando las bolsas de mercado.
—Hola cielo. —respondió— Yo puedo llevar las compras.
Kakashi negó y empezó a andar junto a su madre.
—¿Qué tal te a ido? —el campo militar donde vivían no estaba muy lejos de ahí.
—Perfectamente. —murmuró.
En poco tiempo llegaron a su hogar, el platino dejó las bolsas sobre la mesa y subió a su habitación. Lina sacó las cosas de para preparar la cena cuando tocaron la puerta, detrás, un hombre uniformado que ella reconocía como Inoichi Yamanaka.
—¿Señora Lina Hatake? —pronunció con voz profunda.
—Soy yo. —el hombre le tendió un sobre y se saco la gorra.
—Lo lamento mucho. —y se marchó.
Lina volvió a entrar a la casa y con manos temblorosas abrió la carta:
Reino de la hoja. 09 de Julio.
A quien corresponda:
Por medio de la presente, la Guardia militar hace conocer a la familia Hatake, que el Coronel Sakumo Hatake se encuentra perdido en combate.
Se desconoce su última ubicación y usaremos todos los medios posibles para dar con él.
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Rey de Plata.
Fanfiction"Juro solemnemente que daré mi vida por mi Rey y mi país, sin importar las circunstancias y la adversidad, si mi Rey esta a salvo, abre cumplido mi palabra." Después de un secuestro que la ha destruido por completo, la Comandante Rin Nohara es lleva...