Capítulo 24 I Querido padre.

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En sólo unos minutos debía presentarse ante el Consejo como el Príncipe mayor Kakashi.
Pero mientras esperaba que Kushina lo llamará se dirigió hasta el despacho de Minato y se quedó estático frente la puerta, contemplándola. Deseando que si la tocaba, del otro lado Minato le respondería. Pero no sería así y mientras entraba, las imágenes del pasado le perforaron la mente, en todas ellas aparecía Minato y todas las formas en las que lo había salvado.

Contempló la silla de terciopelo rojo y el mapa de Konoha a sus espaldas, acarició el escritorio donde reposaba un sobre con su nombre escrito.

<<Minato.>> pensó de inmediato y lo tomó entre sus manos. Sus últimas palabras dirigidas hacia él.

¿Sabia Minato qué se atormentaba por no poder despedirse? ¿Por no haber podido desobedecer al menos una vez? Se culpaba por no subir a ese vehículo y haberlo acompañado hasta el final.
Lo abrió con cuidado, como si el alma del rey se encontrará en su interior y en cierta forma así era, esas palabras significaban que aún en sus últimos momentos había pensado en él y que estaba dispuesto a dejarle algo más que una corona y un trono, estaba dispuesto a dejarle un pedacito de él para ayudarlo cuando más lo necesitará, como ahora:

"Kakashi:

Mi vida se apaga con rapidez y estoy seguro que no volveremos a vernos. Sin embargo, no deseo que te culpes, mis órdenes fueron claras y prefiero que estés allá afuera realizando algo bueno por nuestra Nación que viendome agonizar.
A veces desearía que fueras menos estricto contigo mismo, menos duro y que dejarás de culparte por lo inevitable. Pero eso te convirtió en un gran soldado y ahora, en un gran príncipe. Espero que pongas en práctica todo lo que te enseñe y todo lo que has aprendido de Sakumo.
Pero sobre todo, me gustaría que recordadas que con o sin corona, tú ya eras un gran rey para mi, desde el momento en que llegaste al palacio yo vi la grandeza en tu interior y supe que lograrías grandes cosas.

Cuida a Kushina y a Naruto por mi, ¿si? Y por favor, encuentra a alguien que te haga feliz, que te de lo que Kushina me dio a mi, protege a tus seres queridos con todo lo que tengas. Después de todo sin importar lo que pasará, tú siempre diste tu mejor esfuerzo.

Gracias por confiar en mi para criarte, Kakashi y aunque se que no soy tu padre siempre estaré orgulloso de ti y de quien te convertiste.

Nos volveremos a ver, hijo."

Cerró la carta la lentitud y se tocó el rostro cubierto en lágrimas. Deseaba decirle que él estaría bien y que trataría de honrar su nombre con cada una de sus acciones, que se haría cargo de todo y que sobre todo, estaba agradecido con él por ayudarlo cuando no tenía a nadie.

— Te prometo que daré mi mejor esfuerzo. —susurró al aire antes de salir del despacho.

[...]

— ¡No puede tomar el trono! —replicó Danzo— ¡Ni siquiera son familia!

Kushina lo miró furiosa.

— Tome. —le tendió el documento— Ese testamento dice que en caso fe fallecimiento del rey, el Capitán Hatake tomará el trono si nuestro heredero aún no tiene edad para reinar.

La sala se quedó en silencio, esperando la respuesta del hombre con el documento en mano.

— Además, —siguió la reina— Si somos familia.

— ¿Qué documento lo prueba, su alteza? —blasmo Danzo.

Kushina estaba a punto de responder cuando la puerta se abrió abruptamente, revelando a un platino con traje formal y su cabello peinado hacia atrás. Caminó hasta la reina y se sentó a su lado.

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