No podía dormir. De ninguna manera, esas paredes resultaban tan lejanas, la cama era enorme y la soledad la embargo como una ola sacudiendo la playa.
— Demonios. —susurró, mientras observaba el amanecer colarse por el enorme ventanal.
Ella no estaba preparada para afrontar a Kakashi, para tenerlo cerca. Y es que, no podía olvidar la sensación de sus brazos abrazandola, la calidez de su pecho.
Y ahora era su Capitán.
Su encuentro breve había dejado en claro lo diferentes que eran sus mundos, ella sólo era una soldado rescatada y él un Capitán con fuerza y coraje, sin nada que temer al mundo, la sombra de un Rey imponente.
Se levantó tratando de ubicar sus pertenencias en la enorme recámara, su uniforme estaba impecable pero era todo. Todo lo que estaba bien en ese instante y es que no tenía nada a que aferrarse más que a la foto de sus padres y a su voluntad de vivir.
[...]
— Supongo que tienes un plan. —musitó Minato mientras se vestía.
— Por supuesto. —respondió Kushina— Yo siempre tengo uno.
— Por ese eres mi Reina. —el rubio la beso con dulzura— Pero sólo deseo que no seas extremista, esta joven a sufrido mucho al servir a Konoha, y se que tus instintos son los mejores.
— Mi amado Mina, sabes que tengo razón. —Kushina acarició la mejilla del rubio con dulzura y beso su frente— Cuando él se vaya necesitamos a alguien que cuide de Naruto.
— Dirás de mi. —respondió él con una sonrisa— Naruto aún tiene a Yamato.
— ¿Por cuánto tiempo crees que podrías engañarme'ttebane? —ella miro esos hermosos ojos azules que sabía que le mentían.
— Kushina yo... —el Namikaze estaba avergonzado, sólo quería mantenerla a salvo.
— Ambos se van a ir, estoy consciente de eso. Soy la Reina. —afirmó— Así que lo mejor que puedo hacer es encontrar a alguien que pueda proteger a Naruto y a mi en su ausencia, se que tú estarás a salvo Minato, eres increíblemente fuerte. Sólo déjame saber que mi hijo estará a salvo.
Minato sonrió complacido ante la actitud de su amada pelirroja, esa mujer era tan fuerte y pensaba siempre en su familia, en el bienestar dentro de su hogar.
Le iba a doler tanto dejarla pero haría todo por volver a su lado.Y a lado de su querido hijo.
Quien había entrado corriendo a la habitación y es que, para tener 12 años Naruto era sumamente hiperactivo, un príncipe poco peculiar.
— ¡Papá, papá! —el rubio se abalanzó sobre el Namikaze— Hoy es el día, ¿cierto? Iré a entrenar contigo.
— Hum bueno, supongo que podríamos si Kakashi termina rápido con sus deberes. —respondió pensativo.
— Hmp, haré que terminé rápido. —el pequeño hizo afán de salir corriendo.
— Espera Naruto. —llamó su madre— Kakashi ahora esta ocupado, así que mejor preparate para el desayuno.
— Es verdad, no quiero verlo coquetear'ttebayo. —expresó con repulsión, haciendo reír a sus padres.
— ¡Él no va a coquetear! —objeto Kushina— Sabe perfectamente su deber. Además tú tienes clases.
Naruto bufo; antes de salir de la habitación seguido por sus padres, sería un día interesante sin duda.
[...]
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Rey de Plata.
Fanfiction"Juro solemnemente que daré mi vida por mi Rey y mi país, sin importar las circunstancias y la adversidad, si mi Rey esta a salvo, abre cumplido mi palabra." Después de un secuestro que la ha destruido por completo, la Comandante Rin Nohara es lleva...