Al amanecer, Kakashi arribó al hogar de Jiraiya y Tsunade, junto a Kushina. Hace mucho tiempo que no se alejaba del bullicio de la ciudad o de la tormentosa guerra. Que no se sentía en paz, una paz que añoraba con fuerza.
Al entrar, los recibieron con alegría pero al platino le interesaba más un miembro de la familia, Naruto.— ¿A dónde vamos? —preguntó el infante cuando salieron de la casa para adentrarse al bosque.
— A buscar a mi mascota.
— ¿Qué se te asignó? —Naruto había visto el monumento de Reon a las afueras de la residencia y deseaba saber cual sería el animal que representaría a Kakashi.
— Un lobo. —respondió, la señora Chito se lo asignó antes de partir, pero aquello era solo una parte de la verdad— Dime Naruto, ¿cómo te sientes?
El príncipe suspiró. Si bien, ya habían pasado unas semanas del fallecimiento de su padre, no era algo que pudiera olvidar con sencillez pero sus abuelos y su madre estaban ahí, y sabía, que Kakashi también quería estarlo pero ahora cargaba con el destino que le correspondía a él.
— Estoy mejor. —dijo— Mi padre no querría a un sucesor débil.
— Naruto, no deberías preocuparte por ello, eres un niño y solo eso. —al príncipe le molesto aquella afirmación y ciertamente, era un niño pero más allá de eso, él era el heredero legítimo.
— Soy el príncipe. —murmuró con fastidio— El verdadero príncipe.
El platino se detuvo.
— Lo sé pero debes reconocer que se te ha dado una oportunidad que no se les da a todos los reyes.
— Si, claro. ¿De qué podría ser? —Kakashi suspiró exasperado.
— Tienes la oportunidad de fallar. —musitó — De poder tropezar en el camino. Ahora que ya no tienes que ser perfecto, puedes ser bueno.
Naruto tragó en seco, el platino sonaba exactamente igual a su padre y supo que decía la verdad, él ya no tenia el peso de un trono sobre sus hombros y ahora más que nunca, podía ser algo más que un príncipe.
— Tashi. —lo llamó.
— ¿Qué sucede?
— ¿Crees qué podrías enviarme a la Academia militar? —la petición le resulto extraña, pero en esas instancias Naruto necesitaba apoyo de alguien.
— De acuerdo, pero con una condición. —el infante lo miró expectante— No quiero quejas sobre ti y te comportarás como es debido.
— ¡Por supuesto! —sonrió por primera vez. Kakashi lo imitó.
— Ahora, a buscar a ese lobo.
Horas más tarde, regresaron a la residencia con un lobo de pelaje negro y gris. Se creía que los animales y los reyes compartían alma, por lo que el lobo se acerco a Kakashi como si fuera un perrito y ahora, no deseaba separarse de él.
— Es lindo. —dijo Kushina al verlo— ¿cómo va a llamarse?
El príncipe se lo pensó un momento.
— Heishi. —respondió.
Era un nombre apropiado, al verlo, jamás olvidaría quien fue antes de la corona y sobre todo, a quien lo había llevado hasta allí.
[...]
Su visita al palacio había sido un error. Ahora que la adrenalina ya no controlaba sus acciones, sintió la desesperación llenarle el cuerpo y la ansiedad por una respuesta hacer estragos. Por lo que llego hasta la Plaza principal y rompió a llorar sin consuelo, necesitaba llegar hasta Kakashi, necesitaba explicarle la situación por la que pasaba e implorarle que la ayudase. ¡Debía serlo! Era obligación del príncipe.
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Rey de Plata.
Fanfic"Juro solemnemente que daré mi vida por mi Rey y mi país, sin importar las circunstancias y la adversidad, si mi Rey esta a salvo, abre cumplido mi palabra." Después de un secuestro que la ha destruido por completo, la Comandante Rin Nohara es lleva...