POV. SEUNGKWAN
Seungkwan no estaba seguro de lo que estaba ocurriendo. Por un instante creyó que se trataba de un sueño y que en un par de minutos se despertaría para descubrir que su pequeña no estaba allí. La abrazó con cuidado, temiendo que su fuerza pudiese perjudicarla. Se veía tan frágil en esa silla que no podía evitar preocuparse por si le hacía daño. Por mucho que trató de detener las lágrimas que deslizaban por sus mejillas, se vio incapaz de contener sus sollozos. Estaba sosteniendo a su hija en brazos, su pequeña había vuelto a él. Quería saber todo lo que le había pasado durante el tiempo que estuvieron separados, quería saber cómo había acabado así, quería saber si la estaban tratando bien, quería... Él simplemente deseaba que le perdonase por haber dejado de buscar, por haber perdido la esperanza, por haberla olvidado durante tanto tiempo para evitar que el dolor empeorase, por no haber sido un buen padre para ella.
— Lo siento tanto, lo siento tanto —Repitió una y otra vez mientras dejaba que el aroma de su hija lo calmase—. Lo siento tanto, mi pequeña, mi niña.
— Shh, papá, todo está bien —Se separó un poco, lo suficiente para poder mirar su rostro. La brillante sonrisa que le dedicó fue suficiente para calmar su dolorido corazón y pudo encontrar un poco de la paz que tanto ansiaba—. Fue culpa de los monstruos. No estés triste papá, quiero verte sonreír.
— Eres una chica muy lista ¿Verdad? —Pasó una mano por el sedoso pelo de la niña, dedicándole una triste sonrisa. No era capaz de dejar las manos quietas, necesitaba el contacto, sentir que era real, que estaban juntos de nuevo—. Los monstruos no volverán a separarme de ti, cariño.
Un leve carraspeo le recordó que no estaban solos y al levantar la cabeza se encontró con la preocupada mirada de Vernon. Había estado tan concentrado en el olor de su hija que no había notado el aroma de los lirios que le perseguía en sueños. El hombre se acercó hacia ellos y su lobo instintivamente lo reconoció como una amenaza, alguien que podría alejarle de la niña en cuestión de segundos. Lanzando un gruñido tan violento que Jun y Minghao retrocedieron, apartó a la pequeña para colocarla tras él. Sus instintos volvían a despertar, deseando proteger a su cachorro de cualquier persona que quisiese alejarlo de él. No volvería a permitir que se la llevasen, no volvería a perderse años de su vida.
— No voy a llevármela —Dijo Vernon con suavidad, como si le leyese la mente. Levantó las manos en alto y retrocedió un paso—. Solo quiero saber que está ocurriendo y por qué mi hija te está llamando "papá". Es mi cachorro y todo lo que le concierne, me importa.
Seungkwan reprimió el nuevo gruñido que amenazaba con escapar de su garganta y observó a Vernon con atención. Su lobo analizando de si se trataba de una verdadera amenaza o de si podía bajar la guardia con él. Una sonrisa triste apareció en su rostro cuando la comprensión le alcanzó. Tuvo la necesidad de alejar esa expresión de su mirada, devolverle la felicidad que sabía que podía sentir. Sin embargo, se contuvo. Por mucho que el destino, quisiese que estuviesen juntos, no podía aceptar la implicaciones que eso suponían. No podía permitirse una perdida, que se menospreciase el dolor que había sentido durante años por la muerte de Jae o que se demostrase que toda su vida había estado engañándose a sí mismo.
— ¿Me impedirás verla? —Le preguntó mientras se acerba poco a poco y tomaba la mano de la niña cuando Seungkwan se apartó lo suficiente. Le miraba a los ojos con el brillo de las lágrimas estropeando su bello rostro. Su lobo aullaba en su interior para que se acercase y las lamiese para consolarle—. La he criado como mi hija, he estado a su lado durante mucho tiempo y solo te pido que no me alejes de ella.
El profundo amor que vio en la mirada de Vernon estuvo a punto de derrumbar la fortaleza que había conseguido reunir para dejar de llorar. El alfa adoraba a su hija y haría cualquier cosa por ella. Le molestó que su pareja pensase que podía ser tan cruel como para impedirle ver a la niña que había criado, pero entonces recordó que había huido dos veces antes de que pudiesen conocerse de verdad. « Pero él no es tu pareja, estás en tu derecho a huir de él » pensó, volviéndose a engañar de nuevo. No podía escapar del destino, y aunque no lo comprendiese, el hecho de que la niña hubiese acabado con él, solo era una señal más de que sus caminos debían encontrarse. ¿Qué posibilidades había de que su cachorro perdido acabase siendo adoptado por su otra mitad del alma y que ambos apareciesen en su casa? Los sentimientos contradictorios en su interior estaban consiguiendo que sufriese un fuerte dolor de cabeza. Pensaba en él como si lo aceptase, pero huía de él cuando tenía oportunidad. Quería volver a refugiarse en los brazos de Joshua y no pensar, pero no quería alejarse de su pequeña.
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La manada del lago Yang - Seventeen [ +18] [EDITANDOSE]
FanfictionJun es un alfa que ha decidido huir de su naturaleza, quiere alejarse de la vida del lobo y vivir como el humano que siempre deseo ser. Cuando un pequeño cachorro se presenta en su casa diciendo que es su hijo, decide volver a su manada para dejarlo...