IV. No quiero que te controles (2ª parte)

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POV. WOOZI

Los gritos, los golpes, las risas y la música lo despertaron de su agradable sueño. No recordaba de que había tratado, solo estaba seguro de que no quería que se acabase. Los rayos de sol entraban por las pequeñas ventanas, llenándolo todo con la luz de la mañana. Con un vistazo al reloj de pared que marcaba las ocho, supo que no eran horas para estar armando tanto escándalo. Se dejó caer contra el colchón con un bufido y se tapó la cabeza con la almohada deseando un poco de calma para seguir durmiendo; pero su estómago decidió unirse a la fiesta que había fuera y comenzar a rugir, pidiéndole algo de comer. Maldijo al universo por impedirle tener las horas de sueño que se merecía y salió de la cama con desgana, las sábanas olían tan bien que no quería alejarse. Soonyoung no estaba en ningún lado, ni en el baño ni fuera. Encontró una bandeja con su desayuno sobre la mesa y sonrió inconscientemente ante el detalle. Incluso le había dejado una nota para avisarle de que estaría trabajando fuera pero que volvería en cuanto pudiese para contarle cuándo y cómo se irían. Le pareció gracioso notar su preocupación por si decidía huir antes de que él volviese. Mentiría si dijese que no le gustaría hacerlo, pero sabía que no llegaría a salir del territorio de su manada sin que le encontrasen. Su mejor solución, era irse con él. Estaba pensando en lo bien que se sentía la libertad y saboreando una tostada que le supo a gloria, cuando la puerta de la caravana se abrió y un montón de niños de distintas edades se asomaron por la escalera entre risas, sin dejar de observarle. Se tensó en seguida, olían a humano, un montón de crías humanas que le señalaban con curiosidad y los ojos bien abierto. ¿Estaría soñando todavía?¿Estaría atrapado en una pesadilla? Retrocedió en su asiento hasta pegarse al respaldo, observándoles por si en algún momento se abalanzaban sobre él o empezaban a llorar.

— ¿Eres el novio de Soonie? —Preguntó una niña de aspecto angelical con el pelo recogido en dos trenzas y un peluche en brazos.

— No, no, no —La corrigió en seguida, alarmado. Que le pareciese el ser más atractivo de la tierra y que él otro hubiese sido tan amable como para sacarle de un destino horrible, no los convertía en pareja... ¿Verdad?—. Solo somos... —¿Qué eran? Ni si quiera podían ser amigos, lo único que sabía de él es que se llamaba Soonyoung, olía a incienso y tenía una caravana que acababa de ser invadida por criaturas diminutas—. dos hombres en un mismo sitio —Consiguió añadir al fin, preguntándose por qué le estaba dando explicaciones a unos niños.

— Nana dice que eres el lobo de Soonie —Añadió otro con una sonrisa que mostraba sus dientes ¿Sabían lo que era?¿No les asustaba?—. ¿Eres tan suave como él? —Si su salvador había mostrado su forma lobuna ante ellos, no podrían ser peligrosos ¿O sí?

— ¿Ya haz jugado en la cama con él? Mamá dice que zon juegoz de mayorez y vosotroz lo zoiz.

Jihoon escupió todo el zumo que estaba bebiendo después de escucharle. El maldito crío había conseguido que sus mejillas se ruborizasen y las palabras no saliesen de su garganta. Su adorable ceceo y la inocencia con la que había hablado no impedían que él quisiese hundir la cara entre las manos para que el bochorno pasase rápido. ¿Por qué querían saber sobre él y Soonyoung?¿Quién eran ellos? Cuando escuchó a una chica mucho mayor que el resto contestarle al entrometido que él no tenía marca por lo que era imposible que hubiesen hecho cosas de adulto, sintió la necesidad de correr hacia el baño y encerrarse dentro. Por el amor de dios, ¿Dónde estaba ese idiota cuando más lo necesitaba?. Por fortuna, una joven que no podría ser mucho mayor que él, apareció por la puerta con un bebé en brazos y le dio un golpe suave en la cabeza de todos los mocosos entrometidos.

— Niños, no molestéis al invitado de Soonie, debe estar cansado —Les regañó, logrando que bajasen la mirada avergonzados y de sus labios escapase un "lo siento" arrepentido. Le dio el bebé a la más mayor del grupo que resultó ser su hermana para que lo cuidase mientras ella hablaba con él y los mandó a jugar fuera para que no le molestasen— Perdónales, son unos curiosos y no podían quedarse quietos sabiendo que su tío favorito había traído a alguien como él ¿Te importa si me siento contigo?

La manada del lago Yang - Seventeen [ +18] [EDITANDOSE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora