La manada del lago Yang - Seventeen [ +18] [EDITANDOSE]

XXXV. Es nuestra única opción

Dedicado a Vikyvillalba4

POV. SEOKMIN

Estaba atrapado en su visión, en una pesadilla constante que se repetía una y otra vez. No podía saber cuándo ocurrirían ni detenerlas. No dejaba de ver cómo su grupo perdía poco a poco en la batalla contra sus enemigos. No había nada que pudiese hacer para evitarlo y tampoco podía ver el final. Había entrado en un bucle y lo único que podía hacer era esperar que todo siguiese su curso, porque según sus poderes, era el único camino posible. No dejaba de pensar en lo que podría hacer para cambiarlo, cómo podría ayudar, pero no había sabido el momento exacto en el que atacarían a Mingyu y lo único que pudo hacer fue volver corriendo a la mansión cuando escucharon los aullidos en la lejanía.

Se concentró en el presente, alejando las imágenes que le perseguirían por el resto de su vida. « Un poder conlleva una gran responsabilidad » pensó con amargura, comprendiendo por fin el significado. Estaba en el salón, sentado en uno de los sofás, apretando con fuerza la mano de Joshua que parecía tan perdido como los demás. A su alrededor, sus compañeros miraban con los rostros sombríos hacia la puerta del salón. Había llegado el momento. Jihoon esperaba fuera, apretando con fuerza el macuto que llevaba colgado del hombro. Su compañero permanecía lejos de los demás, apoyado contra la chimenea. Toda su postura indicaba la tensión que estaba soportando, pero fueron sus palabras las que provocaron las lágrimas de Seokmin. Tal y como ocurrió en su visión.

— ¿Por qué haces esto? —No había llantos en su voz, tan solo una devastación tan profunda que no podía ponerse en palabras. Era un lobo a punto de perder a su compañero, luchando contra su instinto de proteger a su omega—. Tiene que haber otra forma, tiene que haber otra solución...

— Es nuestra única opción —Negó con la cabeza, su rostro mostrando toda la desesperación que sentía al marcharse lejos de su compañero y su familia. No debía ser fácil tomar una decisión como aquella, pero Seokmin le entendía. Si hubiese podido hacerlo, él también habría ido a buscar a Seokmin. Sin embargo, nadie creería que él pudiese cambiar de bando. Jihoon, en cambio, se había ganado la fama de volátil en su manada—. Mingyu... —Apretó los puños y miró hacia otro lado. No lo hizo suficientemente rápido como para que Seokmin no viese las lágrimas que se acumulaban en sus ojos. Él había estado en la mansión, la culpa debía estar comiéndole por dentro.

— Mingyu está bien, solo... —Trató de explicar Wonwoo, poniéndose de pie como si así pudiese evitar el desenlace de toda aquella situación.

— ¿Solo ha sido un susto?¿De verdad quieres creer eso? —Atacó, poniéndose a la defensiva. Por su mirada, no parecía querer enfadarse con sus amigos en un momento así—. Volverán, una y otra vez. La próxima vez podríamos no llegar a tiempo. Su condición se vuelve cada vez más delicada, aunque solo hayan pasado dos meses. Tú y yo sabemos que no podrá superarlo. Si el cachorro no llega a nacer, se culpará toda su vida y no podrás rescatarlo de sí mismo.

Wonwoo cerró la boca sin decir sus protestas, bajando la cabeza y apretando los puños. El alfa ya había aceptado el resultado con resignación y era mejor así, dejarle marchar sin peleas. Si le hacían cambiar de idea, estarían perdidos. Era el único que tenía la solución. Les atacaría desde dentro y volverían a encontrarse durante la batalla. No había nadie más capaz de enfrentarse a lo que les deparaba la guerra. Mingyu estaba mejorando, estaba dejando de caer en el pasado, pero sabían que no podrían salvarle si perdía al cachorro. Si no hubiese sido por sus padres, quizás ni si quiera hubiese estado vivo. No había habido ninguna baja, todos se habían recuperado con un par de cambios, pero el omega había quedado en cama, curándose con la lentitud que su forma humana le proporcionaba. Seungkwan había dicho que no podría salir de la cama hasta nuevo aviso, tendría que hacer reposo absoluto.