El sol brillaba con fuerza iluminando la estancia. El escritorio estaba repleto de papeleo que había quedado sin hacer y de fotos familiares que atesoraba. En uno de los marcos, la manada al completo sonreía ante la cámara, inmortalizando la primera fiesta de la luna llena que habían celebrado tras la batalla. En otro, Seungcheol y él se sonreían, sus ojos brillando con tanto amor que las palabras no podían describirlo. A su lado, había colocado una pequeña fotografía desde la que Jiwon le sonreía y le mostraba su primer premio de baile. Aquel día, la niña había logrado algo más que ganar un concurso, había superado la aversión a subirse a un escenario sabiendo que su tío no estaría allí para animarla. Movilizaron a la manada al completo, ocupando varias filas del teatro. Su alfa no dejó de señalarla diciendo que era su niña para que todos los padres que habían venido supiesen su talento.
Cerró la carpeta, guardando alguno de los informes que había estado leyendo y se levantó de la mesa para estirar la espalda. Con una sonrisa en el rostro, se acercó a la cuna que había mandado montar en su despacho y observó al bebé que dormía plácidamente. Sus pequeñas manos abrazaban su peluche favorito, un pequeño lobo negro del que no se separaba nunca y sin que no podía dormir. Acarició su mejilla con ternura, sorprendiéndose una vez más por la suavidad de su piel.
— Papá —Le llamó su hija desde la puerta del despacho. A sus catorce años, la niña había crecido y podían notarse en ella los cambios de la adolescencia. Su olor se había vuelto mucho más fuerte después de su primer celo y en su mirada había aparecido la fuerza propia de los alfas. Fue inesperado, nadie se esperaba que alguien tan dulce como ella no se convirtiese en una omega, pero una vez más se demostraba que su manada era especial—. Ya están aquí —La sonrisa en su rostro se extendió y sus pies comenzaron a moverse con impaciencia. Estaba deseando correr a su encuentro—. Han vuelto.
— Vamos, cariño, vamos a darle la bienvenida.
Besó la frente del pequeño y dejó que descansase mientras él seguía a su hija. En el pasillo, se encontraron a Seokmin que se reía mientras Jihoon blasfemaba sobre la adolescencia y se marchaba de allí con un fuerte portazo. El alfa salió tras él para intentar tranquilizarse, pero sus carcajadas continuaban escuchándose desde el exterior. Si continuaba así, su cuñado terminaría llevándose un buen susto. La última vez tuvieron que bajarle de un árbol donde el omega lo había enganchado.
— Michael ¿Qué le pasa a tu padre? —El niño jugaba con Melanie en el salón. Habían creado un castillo con las piezas que les habían regalado en su último cumpleaños, juntándolas para que fuese aún más grande de lo que debía ser.
— Está enfadado porque Chan tiene novio —Fue su simple contestación antes de recuperar la concentración. Cuando los dos se dedicaban a construir, perdían el contacto con la realidad y era casi imposible comunicarse con ellos.
— No es su novio, Michael —Anunció Soonyoung entrando en el salón—. Es su amigo, pero pasa tanto tiempo con él que Jihoon siente que lo va a corromper o algo. Desde que Chan pasó por su celo, está histérico —Se acercó a su hijo pequeño y besó su frente, ganándose un bufido y la característica frase que últimamente le acompañaba: "Papá, ya no soy un niño"—. Vamos, chicos, hay que salir a saludar.
— ¿Ya están aquí? —Preguntó Melanie, dejando la pieza sin colocar y guardándola en la caja. Jeonghan asintió, sonriendo al ver la efusividad con la que la pequeña se levantaba e instaban a su compañero de juegos a ir con ella—. Vamos, vamos, no quiero perdérmelo. ¡PAPÁ, YA ESTÁN AQUÍ! —Gritó al llegar al pasillo, consiguiendo que Seungkwan bajase las escaleras y la atrapara por el camino, levantándola como solía hacer cuando era un bebé.
— Ya lo sé, gatita. Corred y decídselo a los demás. Puedo oír el coche acercándose y no tardarán mucho más.
Los dos niños obedecieron al instante y salieron de la casa para cumplir con su nueva misión. La facilidad que tenía el médico de conseguir que le escuchasen era algo que todos envidiaban. Pasó uno de sus brazos por sus hombros y besó su pelo con el mismo cariño que lo hacía con todos. Había cambiado mucho desde aquel día en el bosque cuando lo vio por primera vez, escondido en una pequeña cueva y acurrucándose en forma de lobo para olvidar el dolor que sentía. Ahora su mirada brillaba constantemente, su sonrisa no había vuelto a ser una máscara.
ESTÁS LEYENDO
La manada del lago Yang - Seventeen [ +18] [EDITANDOSE]
FanfictionJun es un alfa que ha decidido huir de su naturaleza, quiere alejarse de la vida del lobo y vivir como el humano que siempre deseo ser. Cuando un pequeño cachorro se presenta en su casa diciendo que es su hijo, decide volver a su manada para dejarlo...